Salud: alergia a un alimento puede desencadenar asma

Alrededor de 300 millones de personas en el mundo actualmente padecen asma, condición común que afecta todas las edades pero también es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia y que puede ser causada por múltiples desencadenantes como la alergia a un alimento. 

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El asma constituye la primera causa de morbilidad infantil medida por la falta de asistencia a la escuela, las visitas a servicios de urgencias y las hospitalizaciones. Es una enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias (a nivel bronquial) que puede ser causada por múltiples desencadenantes, siendo  la alergia a algún alimento, una de ellas. 

En la población infantil, la alergia a las proteínas de la leche de vaca se ha incrementado en los últimos años, asociado al uso de antibióticos en el embarazo, prematuridad, el tipo de nacimiento y la disminución de la lactancia materna (LM). Las proteínas de la leche de vaca son la principal causa de alergia alimentaria en niños menores de dos años de edad. 

Asimismo, se ha encontrado un significativo impacto preventivo en relación al tiempo de duración de la LM (superior o igual a 3 meses) en el desarrollo de asma, rinitis alérgica o dermatitis alérgica de niños entre los 3 y los 7años.

La alergia alimentaria se define como una reacción inesperada a algún tipo de alimento, acompañada de signos y síntomas, la gran mayoría de las veces de tipo gastrointestinal (náuseas, vómitos, diarreas), aunque también pueden presentarse manifestaciones dermatológicas (picazón, rascado, enronchamiento o hinchazón de párpados o labios) y respiratorias (tos, sibilancias o estados de asfixia por hinchazón de la laringe). Así lo explica el Dr. Rafael Reaño Ortega, médico neumólogo y  gerente médico de Glaxo Smith Kline en Perú.

ANTECEDENTES FAMILIARES

Los antecedentes familiares de alergia, tanto paternos como maternos, son factores desfavorables para el desarrollo de estas en los niños, así como pertenecer a un estrato socioeconómico medio o alto, vivir en un área con significativa contaminación ambiental, consumir algunos alimentos alergénicos (gluten, cítricos) y colorantes tipo tartrazina (presentes en algunos jarabes, golosinas o bebidas gaseosas) y preservantes tipo bisulfitos (en conservas o enlatados) antes del año de edad, tal como lo refiere el Dr. Reaño.

Además, se recomienda que después de los cuatro a seis meses de vida, pueden incluirse en la dieta del lactante, uno a uno, alimentos que incluyan frutas, verduras y cereales. Este proceso permite a los padres poder identificar y descartar cualquier alimento que pueda causar una reacción alérgica.

En etapas posteriores de la vida, se han descrito reacciones alérgicas de un grado de severidad variable ante la exposición a alimentos marinos, nueces o maní, así como también a bebidas espirituosas como el vino tinto. La mejor estrategia terapéutica una vez identificado el agente causal es la prevención.

Finalmente, debe descartarse la práctica tradicional de la prohibición de una larga lista de alimentos supuestamente alergénicos y/o desencadenantes de asma en los niños que hayan presentado algún episodio de tos con sibilancias o este sea recurrente si no se ha identificado realmente el agente causal. Es importante  mencionar que la mayoría de episodios de tos y sibilancias relacionadas con asma en la infancia temprana son desencadenados por virus y en menor proporción por alimentos, concluye el Dr. Reaño.

Ante la aparición de algún síntoma descrito relacionado con alergia y que se sospeche esté relacionado a la ingesta de algún alimento no dude en acudir rápidamente a la consulta médica.