¿Qué es la dismorfia corporal? Conoce cómo se origina este problema mental

Rosario Espinoza B.

El 2% de la población peruana padece de dismorfia corporal, problema mental que consiste en que la persona percibe algún defecto en su rostro o cuerpo en una visión exagerada. 

“Por ejemplo, pueden tener la nariz aguileña, dientes mal posicionados, senos pequeños o piernas arqueadas. Estas personas ven ese leve defecto de una forma muy grotesca que les causa vergüenza al punto de no querer exponerse”, refirió Freddy Vásquez, psiquiatra de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. 

Hay muchas personas que lo padecen y acuden al cirujano plástico para que le arreglen el problema en vez de acudir al psiquiatra. Le ocurre tanto a mujeres como a varones adolescentes y el problema puede perdurar hasta su juventud o etapa adulta.

ASPIRAN A SER PERFECTOS 

“Se fijan en modelos de televisión y se acomplejan porque no pueden ser como ellos. Constantemente aspiran a ser perfectos”, manifestó el doctor Vásquez. 

Sin embargo, este trastorno puede terminar en tragedia pues al no sentirse escuchados optan por el suicido. Del 5% al 10% de chicos que sufren este problema atentan contra su vida o lo han ejecutado.  

TIPOS DE TRATAMIENTOS

Es un trabajo en conjunto que consiste en una terapia bajo medicamentos como los ansiolíticos, antidepresivos, incluso los llamados antipsicóticos, que se le proporciona a los pacientes. La terapia cognitiva o conductual busca convencer a la persona de que tiene un problema en su mente y que esto le trae problemas en su comportamiento, y por último la terapia familiar, que influye bastante ya que todo el entorno familiar debe integrarse y utilizar el mismo lenguaje para poder comunicarse con el paciente. Todos deben ponerse de acuerdo para que el chico se adapte al medio ambiente y pueda superarlo.

DETECTAR EL SÍNDROME

Este problema se origina en la infancia o adolescencia cuando los compañeros de colegio se burlan de ellos, de algún “defecto” o “deformidad” que tiene en su rostro o cuerpo. Estos chicos exigen a sus padres insistentemente para que le regalen una cirugía estética para “arreglar” su “defecto”, pero lo único que van a conseguir es agravar el asunto porque probablemente después pedirá otra cirugía. Pensará que su problema no ha mejorado o buscará otro “defecto” para arreglar.  “Hay gente que no se trata y el trastorno tal vez aparecerá recién a los 25 y 30 años y al pensar que nadie se animará a ayudarle puede terminar quitándose la vida. No sabe que esta es una situación que tiene solución y se puede superar”, aseveró el doctor Vásquez.  Estas personas cortan cualquier contacto con amigos, incluso no quieren ir al colegio. Pueden pasar varias horas frente a un espejo. Se excluyen de las reuniones y hasta consultan ellos mismos para ver cómo se hacen una cirugía.