Científicos descubren que GRIETA entre dos CONTINENTES continúa abriéndose para dar paso a nuevo océano: su impacto es ATERRADOR

El hallazgo ha sorprendido a la comunidad científica mundial: una grieta gigante ubicada entre África y Asia, en el Golfo de Suez, continúa expandiéndose lentamente. Lo que antes se consideraba un rift fallido hoy revela señales claras de actividad tectónica persistente. Y el impacto —según los investigadores— es aterrador, pues podría incrementar el riesgo sísmico en toda la región.

Nuevas investigaciones publicadas en Geophysical Research Letters, y lideradas por el geocientífico español David Fernández-Blanco, confirman que el proceso de rifting no se detuvo hace cinco millones de años, como señalaban los modelos clásicos, sino que solo se desaceleró.

Esta grieta, que empezó a formarse hace 28 millones de años, sigue separándose 0,5 milímetros por año, lo suficiente para alterar el paisaje, elevar el terreno y evidenciar que el rift continúa activo.

¿Por qué el Golfo de Suez sigue abriéndose?

El Golfo de Suez siempre fue visto como un ejemplo de “rift fallido”, una fractura tectónica que no llegó a evolucionar hasta convertirse en un océano. Sin embargo, los nuevos datos contradicen esta idea.

Los científicos analizaron 300 kilómetros del rift, observando fallas, relieve, ríos desviados, pequeños sismos y hasta arrecifes de coral elevados 18,5 metros por actividad tectónica.

Estos elementos no pueden atribuirse únicamente a erosión. Indican un movimiento profundo y persistente que sigue separando África y Arabia.

Sobre el modelo tectónico tradicional, Fernández-Blanco señala: “El enfoque conceptual actual es bastante binario: las dorsales oceánicas o bien prosperan (formando nuevas cuencas oceánicas como el Mar Rojo) o bien fracasan (quedando completamente inactivas). Estamos demostrando que existe una vía intermedia mediante la cual las dorsales pueden ralentizarse sin llegar a fracasar”, dijo en Live Science.

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El Golfo de Suez presenta actividad tectónica persistente

El estudio también detectó actividad sísmica en la zona, así como desplazamientos que revelan que el terreno sigue deformándose. Los científicos advierten que el movimiento de placas parece estar concentrándose hacia la región del Mar Muerto, una nueva frontera entre África y Arabia.

Otro de los hallazgos clave es que esta fractura “adormecida” no estaba tan inactiva como se creía. Y esto tiene implicancias profundas para la comprensión de los sistemas tectónicos del planeta.

Sobre ello, el investigador afirma: "Los cambios en las condiciones de los límites de las placas no necesariamente detienen la formación de grietas", y agrega: "Las fuerzas que impulsan la formación de grietas son más persistentes y complejas de lo que sugeriría el simple movimiento de las placas".

Finalmente, Fernández-Blanco advierte: "Podríamos descubrir que los sistemas tectónicos de la Tierra son más dinámicos y persistentes de lo que pensábamos".

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¿Qué riesgos implica esta apertura lenta pero constante?

Este avance tectónico no significa que aparecerá un océano mañana, pero sí incrementa la preocupación científica.

El estudio revela que zonas como el Golfo de Suez podrían ser más vulnerables a terremotos devastadores, y que otras fallas consideradas inactivas podrían estar aún en movimiento sin que nadie lo haya detectado.

Por eso, el impacto del descubrimiento es aterrador: Implica que la Tierra podría esconder múltiples fracturas activas bajo regiones densamente pobladas, alterando los mapas de riesgo sísmico que hoy se consideran seguros.