Desesperado por perder el vuelo: fingió amenaza de bomba y acabó detenido en el aeropuerto

Charles Robinson, un joven de 23 años originario de Monroe, Michigan, fue arrestado el 5 de junio en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit, Estados Unidos. Tras perder su vuelo de Spirit Airlines con destino a Los Ángeles, contactó a la aerolínea para advertir de una supuesta bomba a bordo del avión 2145. Su acción provocó una respuesta inmediata de las fuerzas de seguridad.

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Evacuación y protocolo de emergencia

La llamada se registró alrededor de las 6:25 a.m., lo que generó una evacuación preventiva del avión y el despliegue de unidades del FBI y equipos caninos especializados. La aeronave fue conducida a una zona remota de la pista mientras se realizaban los protocolos de seguridad necesarios.

Finalmente, las autoridades en Estados Unidos inspeccionaron la cabina y confirmaron que no había explosivos. Los pasajeros fueron evacuados sin objetos personales y luego reingresaron a la terminal tras concluir los controles pertinentes.

Arresto de joven y cargos federales en EE. UU.

Robinson regresó al aeropuerto para abordar un nuevo vuelo y fue detenido por agentes federales. Enfrenta cargos por hacer una declaración falsa relativa a explosivos, delito de jurisdicción federal que implica fuertes sanciones.

Durante su primera audiencia, fue liberado bajo fianza y se le ordenó regresar a la corte el 27 de junio. La investigación permanece activa bajo la supervisión del FBI y la Oficina del Fiscal Federal del Distrito Este de Michigan.

Cabe mencionar que, la fiscalía en EE. UU. subrayó la gravedad de este tipo de amenazas. El fiscal Jerome F. Gorgon advirtió que palabras como "bomba" asociadas a aviones generan miedo colectivo y afirman que estos actos interrumpen la seguridad y consumen valiosos recursos federales.

¿Cómo reaccionó Spirit Airlines ante la amenaza?

La aerolínea Spirit Airlines informó, a través de un comunicado compartido con la revista 'People', que su vuelo 2145 con destino a Los Ángeles fue detenido en tierra por motivos de seguridad. Como medida preventiva, la aeronave fue dirigida a una zona aislada del aeropuerto y todos los pasajeros fueron evacuados sin llevar consigo sus pertenencias.

Una vez fuera del avión, los viajeros fueron devueltos a la terminal donde fueron sometidos a una nueva inspección. Paralelamente, el avión fue revisado por equipos de seguridad especializados, con el apoyo de perros entrenados y agentes del FBI. Al no encontrarse ningún tipo de amenaza, las autoridades autorizaron el reinicio del vuelo.

Joci Moore, una pasajera a bordo, reveló a 'CBS News' que los ocupantes del avión permanecieron alrededor de tres horas en la cabina antes de ser evacuados. Posteriormente, esperaron otras dos horas en la terminal antes de volver a embarcar. Aunque el incidente provocó significativos retrasos, no se registraron heridos.