Su perro le arañó la mano, le apuntaron las piernas y le operaron la cara: el extraño caso de Jaco Nel

Reino Unido está consternado debido al caso que le tocó atravesar al doctor Jaco Nel, quien sufrió la “mordedura” de su perro y comenzó a sentir, fiebre, estuvo engripado, fue a dormir y la mañana siguiente vivió solo para contarlo, ya que lo que narró luego fue una pesadilla despierto.

La mujer de Jaco Nel encontró a su marido yacido en la sala de su casa y fue llevado al hospital donde empezaron a tratarlo; sin embargo, colapsó y de inmediato fue ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) donde le colocaron en coma inducido.

Casi una semana estuvo en coma, recuperó la consciencia y notó que en su cuerpo habían cambios, por lo que debió someterse a diálisis, pero todo salió de forma negativa: perdió las dos piernas -de las rodillas para abajo- y los dedos de una de sus manos, más la punta de su nariz y sus labio sufrieron una cicatriz.

"Me cuesta hablar y también tengo dificultades para comer, aunque ahora las sobrellevo mejor", dijo Jaco Nel en una entrevista con BBC. "Estuve muy muy cerca de morir”, contó.

Cuenta Jaco que su coker spaniel lo arañó y luego le lamió el brazo, justo en la zona donde lo lastimó. Pasaron los minutos y Nel levantó la herida y se olvidó de aquel rasguño, un grave error.

Lo que sucedió es que la saliva del perro tenía una bacteria que empeoró la infección, que al final terminó en una septicemia: sobrerreacción de sistema inmunológico ante una infección.

Según los estudios, las personas que sufren de esta enfermedad en el mundo solo tienen el 20 % de probabilidad para sobrevivir, porque la infección interfiere con el mecanismo de coagulación de la sangre del cuerpo, con más coágulos de sangre más pequeños que cortan la circulación a partes del cuerpo y generan que la presión arterial baje fuertemente.

Ahora, ya con piernas ortopédicas, Jaco (55 años) volvió a caminar y vive de forma independiente. “Soy muy duro para salir, porque soy cohibido”, contó a Evening News.

“Si bien no me ha impedido por completo vivir de forma independiente, ha dañado mi confianza. La parte más difícil ha sido aceptar que ahora estoy desfigurado y que no hay nada que pueda hacer al respecto”, agregó.

“Creo que tengo mucho más para dar a mis pacientes en términos de comprensión. Sé lo que significa la muerte y tener una discapacidad. Hay algo en mí que necesito compartir y ayudar a la gente. Espero eventualmente mostrarle a la gente que es posible superar tantas cosas en la vida”, concluyó.