Coronavirus: El laboratorio de Wuhan en el centro de la controversia entre EE.UU y China

Dos versiones: Política vs. Ciencia. En las últimas semanas, el presidente de los Estados Unidos (EE.UU), Donald Trump, y su secretario de Estado, Mike Pompeo, vienen afirmando que el coronavirus se originó en un laboratorio en la ciudad china de Wuhan, donde el brote se detectó por primera vez en diciembre 2019.

Como era de esperar, el reclamo del gobierno estadounidense provocó la indignación de China, que el miércoles 6 de mayo describió la acusación como una “calumnia” destinada a reforzar las posibilidades de la reelección de Donald Trump. A continuación un resumen sobre los reclamos y el laboratorio, centro de controversia.

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¿Cómo respondió China a Estados Unidos?

El miércoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China calificó las acusaciones como una estrategia política para difamar a China para los republicanos antes de las elecciones de 2020.

“Las estrategias republicanas de Estados Unidos recientemente expuestas muestran que están alentados a atacar a China con el pretexto del virus”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, y agregó que China estaba “harta de tales trucos”.

“Instamos a Estados Unidos a que deje de difundir desinformación o engañar a la comunidad internacional. Debería lidiar con sus propios problemas y enfrentar la pandemia en casa”, aseveró.

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Hua también destacó el hecho de que Pompeo no proporcionó ninguna evidencia concreta para fundamentar el reclamo. “El señor Pompeo no puede presentar ninguna evidencia porque no tiene ninguna, este asunto debe ser manejado por científicos y no políticos por sus necesidades políticas”, dijo.

Los medios controlados por el gobierno de China también han rechazado los reclamos de Estados Unidos, acusándolos de echarles la culpa y de que los ataques de Pompeo se tornan personales.

La cadena estatal CCTV lo calificó de “malvado” y “loco”, mientras que la agencia estatal de noticias Xinhua lo llamó “mentiroso”. El Global Times, dijo que el principal diplomático estadounidense ha perdido la “moral”.

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China viene reiterando que hasta el momento no hay una conclusión sobre los orígenes del coronavirus, diciendo que el asunto debería dejarse a los científicos y expertos médicos para que lo estudien.

El gobierno chino ha enfrentado críticas en el país y en el extranjero por su manejo del virus, especialmente en los primeros días del brote. Fue acusado de silenciar a los denunciantes y demorar en informar al público sobre la gravedad de la crisis. Pero ha negado repetidamente cualquier irregularidad, dejando de lado las acusaciones de un encubrimiento deliberado en las primeras etapas críticas.

Las autoridades chinas y los medios estatales también presentaron reclamos infundados alegando que el virus no se originó en China. En marzo, Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, promovió una teoría de conspiración en Twitter de que el virus se había originado en Estados Unidos y fue traído a China por el ejército estadounidense.

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Mientras tanto, rastrear los orígenes de COVID-19 se ha convertido en un tema delicado para la investigación académica nacional en China. En abril, el gobierno chino impuso restricciones a la publicación de dichos documentos, exigiéndoles que reciban un escrutinio adicional y la aprobación de los funcionarios del gobierno central antes de ser enviados para su publicación.

¿Qué dicen los científicos?

Hasta ahora, los científicos han rechazado las teorías de que el COVID-19 fue creado por el hombre. En febrero, 27 expertos en salud pública escribieron una carta en la revista médica Lancet para condenar tales teorías de conspiración, citando evidencia científica que “concluye que este coronavirus se originó en la vida silvestre”.

En una entrevista con National Geographic que se publicó el lunes 04 de mayo, el Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, dijo que la evidencia actual apunta lejos de la teoría artificial.

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“(La evidencia científica) se inclina muy, muy fuertemente hacia esto, no podría haber sido manipulada artificial o deliberadamente. Evolucionó en la naturaleza y luego saltó especies”, dijo Fauci a la revista National Geographic.

En un artículo publicado en Nature Medicine, el 17 de marzo, los principales expertos en enfermedades infecciosas en los Estados Unidos, el Reino Unido y Australia dijeron que era improbable que el nuevo coronavirus hubiera surgido de un laboratorio, citando un análisis comparativo de datos genómicos.

“Nuestros análisis muestran claramente que el SARS-CoV-2 no es una construcción de laboratorio o un virus manipulado a propósito”, dijo el documento, refiriéndose al virus COVID-19.

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Aunque su origen exacto sigue siendo desconocido, muchos expertos creen que es probable que el virus se haya originado en murciélagos y haya saltado a los humanos de un huésped intermedio, tal vez un pangolín.

Inicialmente, las autoridades chinas habían vinculado el brote con un mercado local húmedo en Wuhan, donde algunos pacientes con coronavirus habían trabajado o visitado. En ese momento, algunos científicos de China habían señalado a los animales salvajes vendidos en el mercado como la fuente probable del brote del COVID-19.

¿Qué sabemos sobre el Instituto de Virología de Wuhan?

El laboratorio, el centro de las acusaciones del gobierno de Donald Trump, pertenece al Instituto de Virología de Wuhan, un afiliado de la Academia de Ciencias de China administrada por el gobierno central. Es el único laboratorio en el continente chino equipado para el nivel más alto de biocontención, conocido como Bioseguridad Nivel 4 (BSL-4).

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Los laboratorios BSL-4 están diseñados para estudiar los patógenos más peligrosos del mundo: aquellos que presentan un alto riesgo de transmisión, con frecuencia son fatales y la mayoría de las veces no tienen una cura confiable, como los coronavirus.

El laboratorio de Wuhan fue creado a raíz de la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), que se extendió por China y otras partes de Asia en 2002 y 2003.

El Laboratorio Nacional de Bioseguridad de Wuhan fue diseñado y construido con ayuda de Francia. La construcción no se terminó hasta finales de 2014, y el laboratorio entró en funcionamiento en enero de 2018.

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Desde entonces, la viróloga principal del laboratorio, Shi Zhengli, conocida como la “mujer murciélago de China” por años de expediciones de caza de virus en cuevas de murciélagos, y su equipo han estudiado varios coronavirus transmitidos por murciélagos.

Coronavirus: ¿De dónde vienen las sospechas?

Los primeros rumores fue de un investigador mordido por el murciélago que estaba estudiando y se infectó con el virus; en otra versión, una estudiante graduada en el instituto era la “paciente cero”. Otra teoría decía que el laboratorio estaba trabajando encubiertamente para que el ejército chino fabricara armas biológicas, y el virus se filtró involuntariamente en el proceso.

Sin embargo, no existieron evidencias para estas teorías que se originaron en cuentas de redes sociales no verificadas. Los rumores eran tan abundantes que Shi acudió a las redes sociales el 2 de febrero para declarar que garantiza con su propia vida que las instalaciones no tenían nada que ver con el brote. El instituto también rechazó los rumores.

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Sin embargo, a mediados de abril, el laboratorio de Wuhan volvió a ser el centro de atención después de que un columnista de opinión del Washington Post informara sobre dos cables diplomáticos de 2018, en los que el Departamento de Estado advirtió sobre la seguridad y la debilidad de la gestión en el laboratorio.

En las semanas siguientes, el gobierno de Estados Unidos ha estudiado la posibilidad de que el coronavirus se haya originado en el laboratorio y se haya liberado accidentalmente al público en una posible violación de seguridad.

En tanto, el Five Eyes (FVEY), una alianza de inteligencia que integran Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos le dijo a CNN que aún existe la posibilidad de que el virus se haya originado en un laboratorio, pero advirtió que aún no hay nada que lo convierta en una teoría legítima. La fuente agregó que “claramente el mercado es donde explotó”, pero aún no está claro cómo llegó el virus al mercado de Wuhan.