África: Sudán prohíbe la mutilación genital femenina y lo penaliza con cárcel

El gobierno de Sudán decretó que las personas o instituciones que realicen la mutilación genital femenina serán condenados a tres años de prisión y multados con el cierre de sus instalaciones.

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El gobierno africano de Sudán penaliza con tres años de cárcel la mutilación genital femenina mediante una enmienda al Código Penal, la reforma fue aprobada por los Consejos Soberano y Ministerial el 22 de abril y fue calificado como el comienzo de una "nueva era" para los derechos de la mujer en el país, según la Unicef.

Según se informó, aquella persona que cometa el delito de mutilar "cualquier parte natural que conduzca a la pérdida total o parcial de las funciones de los genitales femeninos”, incluso si es un centro de salud que realiza este procedimiento se le aplicará el articulo 141 que castiga con "tres años de prisión y una multa o cierre de las instalaciones".

"Esta práctica no es solo una violación de los derechos de todas las niñas, es perjudicial y tiene graves consecuencias para la salud física y mental de una niña", manifestó el embajador de Unicef en Sudán, Abdullah Fadil. Además, el funcionario pidió a otros gobiernos y comunidades "tomar medidas inmediatas para poner fin a esta práctica".

De acuerdo a los datos reportados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el país africano casi 9 de cada 10 mujeres, entre 15 y 49 años, han sido sometidas cruelmente a la mutilación femenina provocando una serie de problemas de salud tanto físicos y psicológicos.

Cabe resaltar que la mutilación genital ha sido calificada mundialmente como una violación de los derechos humanos. No obstante, según información de las Naciones Unidas el inhumano procedimiento sigue siendo realizado en 30 países.

¿Qué es la mutilación genital femenina?

"La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos", según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Asimismo, esta una práctica es conocida como infibulación y puede provocar en las mujeres problemas psicológicos y físicos como lesiones en la uretra, quistes, relaciones sexuales dolorosas e incapacidad para llegar al orgasmo.

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