Niño recorre 8 kilómetros en medio de la cuarentena para llevarle comida a su familia

En Bolivia, Luis Marcelo y sus hermanos llevaban tres días sin comer porque sus padres estaban desempleados producto del aislamiento domiciliario a causa del coronavirus.

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La Fundación Calentando Corazones se encontraba a 8km de la casa del menor y estaba regalando canasta de alimentos para las familias con bajos de recursos económicos.
La Fundación Calentando Corazones se encontraba a 8km de la casa del menor y estaba regalando canasta de alimentos para las familias con bajos de recursos económicos.

Un niño sufrió en carne propia las consecuencias que trae la cuarentena para las personas con bajos recursos, debido a que su familia llevaba tres días sin comer porque no tenían los recursos necesarios para subsistir ante el brote del coronavirus en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

Según se informó, el menor llamado Luis Marcelo, de 11 años, preocupado por la situación de sus padres que se encontraban sin trabajo  y al ver que sus hermanos tenían dolores estomacales por la falta de alimento, se armó de valor y salió en busca de comida para sus seres queridos.

Asimismo, uno de los vecinos al ver su precaria situación le dio aviso al niño sobre una fundación que se encontraba regalando canasta de alimentos para las familias con bajos de recursos económicos, pero debía de caminar 8km para conseguir los productos porque el establecimiento se encontraba al otro lado de la ciudad.

Luis Marcelo caminó durante tres horas para llegar a la Fundación Calentando Corazones y les contó a los voluntarios del establecimiento su historia sorprendiendo y conmoviendo a todos con su largo viaje para que su familia no quedará un día más sin comer.  

"Estuvimos comiendo huevo con arroz, pero hace tres días se acabó (…) Tenía miedo de que alguna patrulla me agarrara por salir a la calle", afirmó el niño al medio El Deber que se encontraba cubriendo la entrega de víveres para las personas más necesitadas.

Cabe resaltar que, al conocerse la historia de Luis en Bolivia, miles de vecinos fueron a llevarles víveres. "Me siento contento porque mis hermanos van a poder cenar esta noche", afirmó el pequeño.