‘Caramelo’ Zegarra recuerda su paso por el fútbol y su amistad con Carlos Flores

‘Caramelo’ Zegarra Dice que empezó ganando 600 soles en Boys. Fue campeón con Alianza y llegó a la selección.

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‘Caramelo’ Zegarra contó detalles inéditos de su carrera. Reveló que su hijo también quiere ser futbolista.
‘Caramelo’ Zegarra contó detalles inéditos de su carrera. Reveló que su hijo también quiere ser futbolista.

Era un jugador aguerrido y cumplidor. Nos referimos a Omar Alberto Zegarra Tejada, o simplemente Caramelo, quien recuerda su trayectoria en el fútbol y su amistad con Carlos Kukín Flores.

¿Por qué el apelativo de Caramelo?

Mi padre trabajaba en la empresa de galletas Field, jugaba de extremo, metía varios goles y se emocionaba regalando los productos de esa empresa. Al él lo empezaron a llamar el tío Galleta y a mí me pusieron Caramelo.

¿Otros decían que era por la pinta?

Si vas al Callao y preguntas por Omar Zegarra no das, pero si dices ‘Caramelo’, todos me conocen.

¿Cómo fueron tus inicios?

A los seis años formaron un equipo en el colegio San Antonio que se llamaba La Católica del Callao, ahí me inicié. Después pasé al Cantolao, Tito Drago con Titín, el Chino Rivera, quienes luego me llaman a la selección Sub 17.

¿Y cuándo llegas a Boys?

A los 16 años fui promovido al primer equipo por Chalaca Gonzales, quien cuando llegué me dijo: “Te voy a dar un mes”. Al final me quedé.

¿Qué recuerdas de tu debut profesional?

Fue el 2 de diciembre 1998 cuando Boys casi campeona. Hubo un partido de la Copa Conmebol en Matute, no de lateral, sino en la contención.

¿Qué hiciste con tu primer sueldo?

Se lo di a mi mamá que fue 600 soles. El señor Cuba me hizo firmar un contrato de 600 soles por cinco años, pero si llegaba al equipo titular 1,200 y si lograba objetivos 2,400 soles.

¿Tu padre fue el gran impulsor de tu carrera?

Mi papá, Ángel Zegarra, y mi mamá, Betty Tejada, veían que tenía condiciones. Mi papá y otros familiares no llegaron a Primera, pero la conocen.

Tuviste la oportunidad de jugar en Cristal y Alianza Lima.

En 2003 fui con Cristal campeón del Apertura y subcampeón nacional. Con Alianza fui campeón nacional en 2006.

¿Qué recuerdos quedan en tu mente?

Jugando por Boys enfrentamos a un Medicina de Franco Navarro que ganaba a todos, le dimos vuelta el segundo tiempo (2-1) y le marqué un golazo a Chiquito Flores.

La selección y Kukín

Jugaste también en la selección.

El 2003, Paulo Autuori me lleva a Cristal y cuando va a la selección me convoca, estuve un mes y medio. Jugué contra Uruguay, perdimos en el Centenario.

¿Y cuándo dices “hasta aquí nomás”?

El fútbol es mi vida, me dio grandes amistades, mi casa. Siempre decía que hay que prepararse para el retiro, son 15 o 20 años, se te pincha esa burbuja y  bienvenido a la verdadera  vida. Ya no ganas los 3, 4 o 5 mil dólares, empiezas de cero, tienes que estudiar para ser entrenador y los sueldos son bajos. Trabajo ahora en la Región Callao.

¿Alguno de tus hijos sigue tus pasos?

Mi hijo mayor tiene 13 años, es extremo, juega en Cantolao, quiere ser  futbolista.

Son dos años de la partida de Kukín.

Es mi hermano, Carlos Flores Murillo. Le decía Murilo, cosa que no aceptaba de otros. Hay lindos recuerdos, un gran ser humano, una gran persona.

¿Cómo era?

Era una persona leal, una llamada y me venía a ver, parábamos en Chucuito. Si me preguntas quién es el  mejor “10”, siempre diré que fue Kukín.

¿Y como futbolista?

En Cantolao le decían el Pelé peruano. Llenaban los estadios en Europa para verlo jugar. Metía goles olímpicos. La gente que no lo conocía humanamente siempre lo va juzgar, cometió errores, quién no lo hizo.

¿Alguna anécdota?

Jugaba en Cobresol y recibo una llamada de alguien que decía llamarse Diablo Etcheverry, me ofrecía llevarme a su equipo y que ganaría 20 mil euros. Cuando estaba en el cuarto con Carlos llamaba nuevamente, pongo en alta voz y dice que mandó a mi correo los pasajes, etc., pero pedía que deposite mil euros a una cuenta, Kukín me quita el teléfono y le dice: “Etcheverry no, estafador de m...”. Ya en las prácticas me decía: “Te manda saludos, Etcheverry”.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista de Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Vivo con el deporte y me gusta la música.

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