Juan José Oré cuenta cómo pasa sus días de cuarentena lejos de su academia: “Ahora soy jardinero”

Ajusta la correa. Juan José Oré, uno de los mejores delanteros que tuvo Universitario y hoy exitoso técnico de menores, no la está pasando nada bien en esta cuarentena, pues su Academia de Fútbol para niños está cerrada y no puede generar los recursos suficientes para seguir afrontando este difícil momento por la pandemia del coronavirus.

El popular Jota Jota extraña enseñar los secretos del fútbol a los más pequeños y pasear libremente por las calles.

—¿Pensó que esta cuarentena sería tan larga?

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La verdad que no, ya más parece noventena (risas). Estoy en casa cumpliendo con todos los protocolos que ha dictado el Gobierno junto a mi esposa. En todo este tiempo no hemos salido.

—¿Y cómo hacen para comprar los víveres?

A veces sale mi hija o mandamos a comprar por delivery. Como están las cosas no hay que salir para nada.

—¿Se imaginó pasar todo esto?

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No. Estoy muy sorprendido con esto. Al principio no le tomamos importancia y poco a poco nos hemos dado cuenta que nadie estaba preparado para esto. Ahora el problema será qué es lo que va a pasar más adelante.

—¿Se deprimió con tantas malas noticias y muertes?

De hecho. No pensábamos que iba a ser para tanto. Ahora si no te cuidas te puedes contagiar. Ahora depende de cada uno salir bien parado de esto. Ojalá que no haya más infectados, aunque lo dudo por cómo se están dando las cosas.

Sin trabajo, ¿cómo hace para afrontar esta cuarentena?

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De los ahorros, pero estos también se acaban. Como dice la canción de Héctor Lavoe “nada dura para siempre”.

—¿Le cayó algún bono del Gobierno?

Nada de nada. Fue un cero a cero grande.

—¿Cómo se distrae en la cuarentena?

En mi patio tengo un jardín y lo riego seguido. Me pedí prestado de un vecino su máquina y me puse a cortar el césped. Creo que tengo algo de jardinero por dentro. Luego veo películas por Nexflix, leo libros y juego con mis nietos.

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Su academia

—¿Qué es lo que más extraña?

Enseñarle los secretos del fútbol a los chicos. Estar en la Academia con los profesores y hablar con los niños para que traten de mejorar. Extraño esa conexión con los muchachos, escuchar sus anécdotas.

—¿A cuántos niños ha dejado de enseñar en estos meses?

En verano teníamos muchos pero ahora en invierno un promedio de 150 niños.

—¿Cuánto ha dejado de facturar en su Academia?

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Mucho dinero. Tenía 7 profesores que lamentablemente algunos están mal porque vivían del día a día. Trabajaban en colegios y como saben todos también están cerrados.

—¿Y no pensó reinventarse? ¿Realizar entrenamientos virtuales?

No. Pienso que no es igual y es muy complicado. Si otros lo hacen lo respetamos, pero nosotros estamos esperando a que las academias se reabran para seguir trabajando.

—¿Qué recuerdos se le viene a la mente? ¿La de su etapa como jugador o entrenador?

Las dos. Tuve buenos momentos como jugador en Universitario, salí goleador del campeonato y luego fui a Chile donde hace poco me incluyeron en el once histórico del Deportes Iquique por sus 42 años de fundación.

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—¿Se quedó con la espina de no ir a un mundial?

Lamentablemente una lesión me dejó fuera del Mundial del 78 pero tuve mi revancha como técnico al clasificar al Mundial Sub 17 del 2007 con los jotitas. Fueron lindas etapas de mi vida.

—¿Ha podido conversar ahora con algún Jotita?

Solo con Jersi Sócola que ahora es técnico de menores en Cantolao y Gary Correa que sigue jugando, esperemos que el resto de chicos se encuentren bien en medio de esta pandemia porque la mayoría fue buena persona.