Desde la aparición de la variante ómicron los sistemas de salud han estado en alerta por su alta capacidad de contagio y ahora con sus subvariantes como BA2 y BA2.12.1 que este último está creciendo en algunas ciudades como Nueva York en Estados Unidos, refuerza la recomendación de seguir aplicando los protocolos de bioseguridad como estar completamente inmunizado.
Los niños desde la pandemia fueron los menos perjudicados entre los grupos etarios a comparación de las personas con comorbilidad y adultos mayores. La ciencia sigue investigando a este virus para hallar pronto una cura definitiva. Atento a esta nota porque si su meno últimamente se siente mal de salud debes considerar varias posibilidades a su salud.
Si bien los niños son los menos vulnerables en este virus, no implica que no puedan contagiarse y pasar ese virus a su entorno que puede ser más crítico a los síntomas del COVID-19. En caso sospeches contempla si tu niño cumpla con algunos de estos síntomas vinculados a la ómicron:
Precisar que esta nueva variante no produce la pérdida de gusto y olfato, elementos recurrentes con el virus original y la variante delta. Más bien los síntomas están muy parecidos a un resfriado común y suele relucir los síntomas a los días del contagio.
Es una preocupación válida de muchos padres de familia. A lo largo de la pandemia han ido apareciendo nuevas variantes, otras más preocupantes para las autoridades sanitarias. Debes considerar que el riesgo está más en quien no tiene ninguna dosis, por lo pronto los estudios de organismo de salud señalan que las vacunas administradas a la población siguen protegiendo síntomas graves y la muerte por COVID-19.
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