Desde hace más de dos años venimos atravesando una pandemia. La principal razón por la que no se puede erradicar por completo se debe a que siguen apareciendo nuevas variantes del virus SARS-CoV-2. En esta nota te contamos cuáles son las diferencias de la variante XE de otras cepas del COVID-19.
Esta variante fue identificada por primera vez en Reino Unido durante enero de este año. Según la última actualización epidemiológica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se detectaron más de 600 secuencias. También se han encontrado casos en Tailandia y España.
La OMS ha clasificado a esta variante como de "alta preocupación" ya que es la mezcla de dos cepas altamente contagiosas: Ómicron (BA.1) y Ómicron silencioso (BA.2). La XE es un 10% más transmisible que la variante BA.2, que ya contaba con un 75% de poder de infección respecto a la cepa Ómicron.
Por el momento, no se han detectado síntomas diferentes a los de las variantes ya conocidas. Por lo que se asume la XE también provoca fiebre, fatiga, secreción nasal, dolor de garganta y cabeza.
Las pruebas de antígenos detectan la variante Ómicron, por lo que también se asume que estas identifican esta cepa. Sin embargo, teniendo en cuenta los márgenes de error, podrían dar falsos negativos. Por ello, se recomienda realizarse una prueba molecular; ya que el virus se acumula en este caso principalmente en la garganta y no en las fosas nasales, de donde se toma la muestra para la prueba de antígenos.
Redactora para la web e impreso de “El Popular”. Me encanta entrevistar. Amante de los libros, el terror y Disney.