¿Tu bebé ha empezado a tener comportamientos extraños o se altera fácilmente? Es probable que lo hayan "ojeado". A continuación, te contamos cómo curar este mal con remedios caseros como la limpia de huevo.
En primer lugar debes tener fe en que esta limpia curará a tu hijo del susto. Coloca al niño en una posición cómoda, puede ser recostado en su cama o sentado. Necesitarás los siguientes materiales:
La persona que vaya a realizar la limpia debe persignarse y rezar un Padre Nuestro. Mientras lo hace va a pasar el huevo por todo el cuerpecito del bebé. Empezando por la cabeza, la frente, los ojos y la boca. Luego, pasa por el cuello, pecho, abdomen, piernas y rodillas hasta llegar a los pies.
Al terminar, rompe el huevo y vacía su contenido dentro del vaso con agua limpia. Recuerda que para analizar el huevo debes levantarlo hacia arriba hasta la altura de los ojos.
La limpia o ritual ayuda a curar a tu niño del "mal de ojo". Los principales síntomas para identificar que alguien ha ojeado a tu pequeño son:
Al pasar el huevo por el cuerpo del niño, este absorberá toda la energía negativa y el susto. Algunos signos de que has realizado la limpia de manera correcta son cuando puedes notar que la yema del huevo está cocida, hay "telarañas" o salen burbujas en forma de ojos.
Las personas que cargan energía negativa y la manifiestan mediante la envidia son los "ojeadores". Los niños y adolescentes son los más propensos a sufrir de este mal. No solo se transmite por la mirada, puede ser a través de halagos malintencionados o por el contacto físico.
En algunos casos el susto también es causado por experiencias físicas como los accidentes, caídas, impresiones fuertes, situaciones de angustias o pérdidas.
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