Los pacientes con COVID-19 y pasaron por efectos más severos de este virus es la baja saturación de oxígeno en la sangre. En muchas casos de COVID-19 puede ocurrir la hipoxia silenciosa, el cual experimenta la persona que no le falta el aire pero su oxígeno no está en el nivel adecuado.
Pero la falta de oxígeno ha sido un problema complejo cuando inició la pandemia desde el 2020 ya que el COVID-19 también ataca los pulmones.
Cuando una persona tiene falta de aire o dificultad de forma acelerada significa un mecanismo reflejo de nuestro cuerpo que depende de los cuerpos carotideos. Es importante es último punto porque los carotideos detectan la bajada de oxígeno en sangre y envían la señal a nuestro cerebro para estimular la respiración.
Recientemente una investigación del Instituto de Biomedicina de Sevilla – IBiS/Hospitales Universitarios Virgen del Rocío y Macarena/CSIC/Universidad de Sevilla ha revelado que el COVID-19 afecta los carotideos y sería la causa de una hipoxemia silenciosa.
Según esta investigación la infección del cuerpo carotídeo por el virus del coronavirus en las etapas tempranas de esta enfermedad puede complicar la capacidad para detectar el nivel de oxígeno en sangre de forma oportuna.
Es importante si tienes COVID-19 o pasaste por sus síntomas estar al tanto de tu oxímetro y medir tu nivel de saturación de oxígeno. Se calcula que al menos 95% en personas saludables y al menos 92% fueron diagnosticados con esta enfermedad.
Si una persona presenta baja saturación de oxigeno o al menos estar por debajo de su nivel adecuado. Estas señales deben tomar en cuenta:
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