La esperanza de vida de un gato depende, en gran parte, de la atención que le dediquemos.
Entre los aspectos más importantes para lograr que nuestros amigos gatunos nos acompañen durante muchos años está una alimentación adecuada, un estilo de vida saludable y las visitas habituales al veterinario.
La raza es otro punto fundamental, ya que algunas variedades tienen determinantes genéticos que pueden condicionar su salud.
Los hábitos y el entorno también influyen: los gatos que suelen salir a pasear por el vecindario y los callejeros suelen ser menos longevos.
Según el blog Soygatuno.com, los gatos domésticos viven, en promedio, 12 años y, si están bien cuidados, pueden llegar hasta los 20 o más. De hecho, hay registros de gatos que llegaron incluso a la tercera década: Scooter en Texas, Estados Unidos, murió a los 30, en tanto que el inglés Nutmeg falleció a los 32.
Se considera que, en sus primeros doce meses de vida, un gato se desarrolla hasta alcanzar el equivalente a los quince años de un humano, mientras que los dos años de un felino se asemejan a los veinticuatro de una persona.
A partir de los dos, cada año gatuno cuenta como cuatro nuestros. Esta información es importante para aprender a respetar sus necesidades en cada etapa vital.
Un gato de diez años es un ejemplar adulto al que no le gustará que un niño le salte encima y al que no puedes exigirle que brinque como un cachorro. En estos casos, un entorno tranquilo y una vida relajada influirán positivamente para que viva más.
Somos el equipo de Vida de El Popular informando sobre COVID-19, recetas, enfermedades, salud, economía, nutrición, manualidades, belleza, mascotas, psicología y más.