El ser un paciente asintomático del COVID-19 puede tener secuelas si bien no refleja con gravedad los síntomas de esta enfermedad no significa que debes olvidarte para siempre de cuidarte de tu salud.
El COVID-19 a quienes atacado su organismo con dureza les ha dejado secuelas a considerar que puede limitar su ritmo de vida. El que se descuida con este virus tarde o temprano será contagiado.
Lo negativo de ser asintomáticos es que al portar el virus y no manifestar los síntomas tienes la capacidad de seguir contagiado a su entorno social sin darse cuenta. Aquí te decimos que secuelas saldrían en estos casos.
El COVID-19 entre lo que más ataca son los pulmones, por eso en estos tiempos ha sido de mucha demanda el oxígeno medicinal para tratar a los pacientes. En un estudio con diferentes agrupaciones por síntomas del COVID-19 siendo el grupo 1 los asintomático, los investigadores de Wuhan (China) descubrieron que el 60% de ellos tenían anomalías limitadas a un pulmón.
Además en la revista Respiratory Medicine Case Reports en relacion a la afeccion pulmonary en pacientes con coronavirus se halló que la embolia pulmonary podía aparecer en su cuadro de síntomas.
En una investigación hecha por la revista médica Jama, un 53 por ciento de pacientes manifestaron tener una intensa fatiga unos 60 días posteriores de mostrar los primeros síntomas por Covid-19. Todavía no suficiente aval científico que demuestre porque dicha fatiga persiste durante tanto tiempo.
Hay casos de pacientes que tras pasar por los síntomas del COVID-19 tienen problemas del corazón. Un estudio realizado con 100 personas y publicado en Jama Cardiology se realizó resonancias magnéticas a todos ellos y se halló que el 78 por ciento tenía algún tipo de anomalía cardíaca de cualquier condición preexistente.
Esta una de las secuelas que muchos han reportado tras contraer el COVID-19. Datos preliminares de la Academia Estadounidense de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello (AAO-HNS) halaron que en los pacientes con este virus perdieron el sentido del olfato, el 27 por ciento tuvo alguna mejoría cerca de sietes días.
Aunque la pérdida de olfato también puede deberse omo un resfriado o alergias estacionales pero la diferencia radica con el coronavirus que dura más tiempo.
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