El pescado es un alimento muy importante en nuestra dieta ya que aporta vitaminas, proteínas y minerales. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado ya que se descompone con facilidad y esto puede causarnos intoxicaciones. A continuación te damos 5 trucos para identificar un pescado en mal estado.
El pescado no suele tener el olor más agradable, pero lo normal a algas frescas y mar. Esto significa que aún conserva todos sus nutrientes. Sin embargo, si tiene un odor fétido, rancio o con olor a amoníaco, probablemente ya haya caducado.
La piel de un pescado siempre debe tener un color vivo con escamas duras y brillantes. Si se siente blanda o se desprende fácilmente la carne, lo más probable es que se encuentre en mal estado.
El principal indicador que determina un pescado en perfecto estado son los ojos, estos deben ser brillantes y mostrar la pupila negra. Si están hundidos, muestran una pupila gris o tienen una consistencia lechosa, el pescado ya tiene varios días.
Las agallas de un pescado bueno tienen una tonalidad rojiza o rosada. Recuerda que estas se encuentran detrás de la cabeza del animal. Si presenta mucosidades o tiene un color gris o amarillento, no escojas ese pescado.
La tripa del pescado es la parte que se envejece con mayor rapidez. Si se encuentra flácida o hundida, la carne se ha descompuesto. Siempre debe ser dura y no debe resbalarse de tus manos.
Después de comprar el pescado, hay algunos cuidados que debemos tener en casa para evitar sorpresas desagradables. Procura cocinarlo pocos días después de la compra. Si no lo cocinarás de inmediato, congélalo para evitar que se descomponga. Asimismo, hay que revisar que se mantenga fresco y no desprenda líquido o se seque por completo.
Redactora para la web e impreso de “El Popular”. Me encanta entrevistar. Amante de los libros, el terror y Disney.