El desarrollo de la autonomía personal es primordial en la educación de los niños. Un niño autónomo es capaz de realizar por sí mismo aquellas tareas y actividades propias de su edad, como por ejemplo vestirse, asearse, ordenar sus juguetes, entre otras actividades que aumentan su complejidad.
Muchas veces los padres por la prisa, poca paciencia o por querer avanzar con sus propias actividades terminan haciendo las cosas por sus hijos y esto a la larga podría generar que el niño se vuelva dependiente, inseguro y sin iniciativa.
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Por el contrario, si se les deja hacer lo que pueden, aunque no lo hagan perfecto, los ayudan a fortalecer el gusto por la autonomía, practicar y mejorar sus habilidades y aprender a tolerar y solucionar dificultades.
Si no los apura ni les exige, ellos reciben un claro mensaje que les da seguridad y confianza en sus posibilidades y los estimula a avanzar. Sea paciente y amoroso al enseñar.
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Periodista especializada en tendencias e internacionales. Graduada en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en el Popular. Interesada en temas relacionados con el medio ambiente, derecho de los animales, comunidades nativas y apoyo social.