El sexo está para disfrutarlo con la debida responsabilidad para no contraer una enfermedad de transmisión sexual, pero también puede convertirse en un arma de doble filo, la pasión en la intimidad porque podrías generar algunas lesiones en la zona genital de tu pareja y otras partes de tu cuerpo.
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La pasión puede pasar los límites del buen placer y puede provocar que una esperada cita termine en la sala de urgencias de un hospital cuando el objetivo debe ser pasar un momento de relax, por eso te damos a conocer, las lesiones más frecuentes que podrías experimentar.
Es una lesión que no del todo común, pero puede pasarte producto de una felación muy tosca y al poco tiempo generarte un cierto dolor y cuando vulvas hacer esta práctica te puede resultar incomoda, por eso es importante la comunicación con tu pareja para cualquier posición que se vaya hacer.
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Otra de las lesiones más habituales durante las relaciones sexuales son los raspones y las quemaduras en la piel, generalmente en brazos y piernas, como resultado de la fricción contra tejidos como sábanas o alfombras.
Puede pasarte pese a que no es común porque es una de las lesiones más gemidas de los hombres. Esta fractura de tu miembro viril ocurre durante la penetración, cuando en movimientos acelerados o duros hace que el pene de dobla contra el pelvi femenino. Puede ocurrir que el dolor desaparezca y sea una lesión leve, pero hay casos donde es necesario ir al médico. Precisar que se habla de una fractura, pero en realidad el pene no tiene hueso, pero sí hay rotura de los cuerpos cavernosos.
Las mujeres pueden sufrir de esta molestia, aunque los varones pueden darse molestias en sus genitales. Relaciones bruscas, falta de lubricación o determinados juegos sexuales puede generar dispaurenia, esto porque de darse puede pequeñas heridas e incluso desgarros. De tenerlo acudir al médico para así te evalué y recibas el tratamiento del caso.
También puede darse lesiones en la espalda, contracturas o los conocidos tirones por las diversas posturas que realices en la intimidad con tu pareja y puede ser común. Movimientos incómodos o de más exigencia física puede dar esa lesión, especialmente en las espaldas.
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