Cuántas veces habrás discutido con tu pareja por culpa del bendito celular, porque pasa mucho tiempo chateando o posteando en las redes sociales. Pero, ¿sabías que el mal uso de los equipos estropea tu relación amorosa y las relaciones sexuales?
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“La tecnología, muchas veces, daña la comunicación con la pareja porque suelen ponerle más atención a sus aparatos tecnológicos que a ellas”, explica Liliana Tuñoque, psicoterapeuta de la Clínica Internacional.
Para los especialistas, una buena salida es dejar los dispositivos en la sala, mueble o en la cartera y hablar cara a cara con la pareja, comentar cómo estuvo su día, sus preocupaciones y salir a distraerse con los hijos.
“Es importante tener contacto visual donde yo pueda ver a mi compañero, escucharlo, ver su lenguaje no verbal y darme cuenta de las emociones que esta persona puede tener”, aconseja.
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La tecnología es una gran herramienta y un mal necesario para todos, por eso, se debe utilizar con cuidado y mesura, pues ha sido creada para facilitar las cosas al hombre y no para alejarlo de su familia o pareja.
No todo es malo. La tecnología, usándolo de manera responsable, tiene sus beneficios. Por ejemplo, se puede lograr, a través del internet (email, sms, chat, etc.), conversar sobre temas que no se atreven a lidiar cara a cara. También se puede mantener cercana a dos personas que se aman y están pasando un tiempo muy alejados entre sí, por motivos de trabajo o de cualquier otra índole. Puedes usarlo, además, para encender la chispa del amor por medio de un mensaje amoroso y sugestivo o llamándolo. Así alimentarás la sensualidad y sexualidad por tu pareja, por medio de códigos de intimidad, entre otros.
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El mal uso de estos aparatos también viene perjudicando las relaciones sexuales y, en el peor de los casos, causa ruptura en la pareja.
“Muchos al llegar a casa, después de una larga jornada de trabajo, lo primero que hacen es entrar a internet. Esto enfría la relación y la intimidad”, explica Tuñoque.
La psicóloga advierte, además, que el uso excesivo del celular, puede propiciar, también, celos, malentendidos, infidelidad, desconfianza hasta ruptura en la pareja, entre otros.
Es más, los expertos aseguran que las nuevas tecnologías (redes sociales, Facebook, WhatsApp y otros) facilitan la dependencia emocional hasta el punto que puede llegar a convertirse en una patología. Tenga cuidado.
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