
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ha diseñado un plan más agresivo para detener a inmigrantes indocumentados con historial delictivo, enfocado en aquellas personas que representan un riesgo para la seguridad pública. Esta estrategia incluye operativos más específicos y coordinados a nivel nacional.
A través de investigaciones y colaboraciones con autoridades locales, el ICE está ampliando sus esfuerzos para identificar y arrestar a aquellos con antecedentes criminales. El objetivo es evitar que continúen cometiendo delitos en territorio estadounidense.

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Con muchas horas de anticipación de realizar un operativo migratorio, agentes especiales del ICE se reúnen cerca al lugar para coordinar las acciones a llevar y es ahí donde reciben información de un supervisor como los detalles que giran en torno a su objetivo, que en este caso serían inmigrantes sin un estatus legal y con antecedentes penales.
En ese sentido, el líder del equipo del ICE revisa los datos y les explica a sus subordinados la orden de arresto además de mostrar imágenes satelitales y terrestres del vecindario donde tendrá lugar la búsqueda. Es así que con cada detalle previsto sobre la misión, se trasladan a otra zona para alistarse y colocarse el respectivo uniforme que los caracteriza, además de llevar los equipos necesarios como chaleco antibalas, cinturón con armas y cartuchas, etc.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) tiene como misión principal asegurar el cumplimiento de las leyes de inmigración y aduanas en Estados Unidos. Su labor abarca la detención y deportación de inmigrantes sin documentos, así como la persecución de delitos relacionados con el tráfico de personas, drogas y crímenes internacionales. Asimismo, el ICE lleva a cabo investigaciones sobre actividades ilegales que ponen en peligro la seguridad nacional.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha reforzado su estrategia para detener a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales mediante operativos planificados con precisión. Según fuentes oficiales, cada intervención se ejecuta tras semanas de coordinación entre distintas agencias y el uso de herramientas de inteligencia, análisis de datos y hasta imágenes satelitales que permiten ubicar a los sospechosos con exactitud. Esta nueva táctica busca optimizar recursos y reducir riesgos durante las detenciones, aunque ha generado preocupación entre comunidades migrantes que temen un aumento de redadas masivas y deportaciones selectivas.
Bachiller en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Especializada en temas de coyuntura, actualidad, servicios y otros para inmigrantes latinos en Estados Unidos.