El megaproyecto de América Latina que prometía unir 2 océanos y tenía a China como inversor: Hoy luce abandonado

Los canales interoceánicos han sido piezas clave en el desarrollo del comercio marítimo global, acortando distancias y reduciendo costos logísticos para el transporte de mercancías. Infraestructuras como el Canal de Panamá y el de Suez representan paradigmas de eficiencia, conectividad y cooperación internacional. Su éxito ha inspirado a diversos países, especialmente en América Latina, a considerar proyectos similares que potencien sus economías. Sin embargo, hay un megaproyecto que hasta hoy se encuentra abandonado. Aquí te explicamos cuál es.

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¿Cuál es el megaproyecto abandonado en América Latina y que tenía a China como inversor?

En dicho contexto, Perú ha dado un paso importante con la reciente inauguración del Puerto de Chancay, una infraestructura que promete convertirse en un eje estratégico para el comercio entre Asia y Sudamérica. Respaldado por potencias como China, este proyecto busca posicionar al país como un punto clave en la red global de transporte marítimo. La apuesta refleja la creciente relevancia de la región en el comercio internacional.

Sin embargo, no todos los megaproyectos han tenido el mismo éxito. Un ejemplo es el Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, que aspiraba a competir con el Canal de Panamá. La ambiciosa iniciativa, concebida para unir el Caribe con el Pacífico, quedó paralizada debido a problemas financieros, corrupción y críticas por su impacto ambiental y social.

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Empresa china era el principal inversor del megaproyecto

El empresario chino Wang Jing, a través de su compañía HK Nicaragua Canal Development, había asumido la financiación del proyecto. Sin embargo, la quiebra de su empresa matriz, Grupo Xinwei, sumada a la falta de transparencia en el manejo de los fondos, selló el destino de la obra. Las expropiaciones y los daños potenciales a los ecosistemas también generaron fuerte oposición tanto local como internacional.

Aunque el gobierno de Nicaragua canceló la concesión del canal, la Autoridad del Gran Canal sigue operativa, lo que despierta suspicacias entre los opositores al régimen de Daniel Ortega. Estos señalan que la suspensión del proyecto podría ocultar nuevos intereses geopolíticos o económicos, dejando abiertas preguntas sobre el verdadero futuro de esta obra fallida.