Luz Ruiz Cabañas, de 57 años, llegó al orfanato de México cuando era una bebé. Su discapacidad intelectual habría sido el motivo por el cual nunca fue adoptaba. Sin embargo, no pierde las esperanzar con tener una mamá, papá y hermanos.
“Si se puede que me adopten ahora o sino me espero otro año”, dijo Luz, la habitante con mayor edad del Hospicio Cabanillas, a las cámaras de Univisión.
Ella fue criada en el Hospicio Cabañas en Guadalajara, uno de los orfanatos más grandes de Latinoamérica y que, por su belleza arquitectónica, fue declarado patrimonio mundial por la Unesco.
Luz llegó muy pequeñita al hospicio, con apenas un año de edad. “Sufrió un abandono total. Lo que hacemos nosotros es cuidarla y protegerla”, dijo Rebeca del Carmen Melgar, directora del Hogar-Hospicio Cabanillas.
Luz disfruta mucho hacer los quehaceres del orfanato, y enseña con su ejemplo a los nuevos ingresos el valor de la responsabilidad. “Ya me acostumbré, pero tengo que hacer mi vida allá afuera. No todo el tiempo voy a estar aquí”, manifestó.
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Ella no cuenta con el tiempo pasado y siente que tiene 9 o 10 años. Sin embargo, recuerda con mucho cariño a sus amigos y amigas con quien compartió su infancia. No supo más noticias de ellos, pero desea volver a verlos.
Melgar manifestó que es muy difícil dar con el paradero de los familiares, debido a los años que han pasado, y que en esos tiempos no existían las redes sociales, que actualmente son de gran ayuda para encontrar a los seres queridos.
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