“Prefiero el pinchazo a que me intuben”: Adultos protagonizan la primera vacunación masiva en Chile

El proceso de vacunación masiva contra la Covid-19 inició en Chile. Ayer se instalaron centros de inmunización para la población en canchas de fútbol, pistas de patinaje y hospitales. En estos establecimientos se ubicaron a un ejercito de enfermeros y funcionarios municipales.

Los adultos mayores fueron los primeros en llegar a los centros de vacunación contra el coronavirus. Se registraron largas filas de estas personas apoyados por hijos, nietos, con bastón o en sillas de ruedas para recibir alguna de las 35.000 dosis del antídoto Sinovac.

Solo en el estadio Bicentenario con capacidad para 12.000 personas, estiman vacunar entre 3.000 y 5.000 personas por día, en una tarea que se repetirá en diversos puntos del país.

Varias alcaldías facilitaron autobuses de turismo para buscar a los vecinos en puntos de encuentro cerca de sus hogares y trasladarlos a los centro de vacunación en una campaña inédita.

El Ministerio de Salud chileno informó que 140.000 personas fueron vacunadas ayer. Esta cifra se suma a los 209.501 del personal sanitario que recibió las vacunas de Pfizer/BioNtech.

El país alcanzó convenios para comprar cerca de 36 millones de dosis con Pfizer, Sinovac, Johnson & Johnson y AstraZeneca. Por ahora no hay pacto con Moderna y no descartan avanzar luego con la rusa Sputnik V.

Chile tiene una población de 18 millones de habitantes. Actualmente tiene un promedio de 4.000 casos diarios, suma más de 735.000 contagios y 18.576 muertos en 11 meses de pandemia.

Vacuna a los adultos mayores

“Prefiero el pinchazo a que me intuben”, sentenció Cecilia Valenzuela, una señora de 80 años, que como miles de adultos mayores a lo largo de Chile madrugaron este miércoles para esperar en canchas de fútbol, pistas de patinaje o centros médicos su vacuna contra la Covid-19, informa AFP.

Yo tengo 80 años y aunque les cueste creer a los jóvenes que andan de fiesta sin mascarilla, yo sí quiero vivir más”, agregó Valenzuela, abrazada de su esposo Joaquín Flores (82), quienes se trasladaron al estadio Bicentenario de la comuna de La Florida -una de las más pobladas del país-, ahora denominado “Espacio Esperanza”. “Prefiero mil veces el pinchazo a que me intuben”, cerró, según refiere el medio citado.