Víctor Arrunátegui Acosta
Luis Hernández Díaz (39), un nombre que quizás para algunos no esté claro, pero cuando se dice Manzanita Hernández, todos lo recuerdan, es como una marca de calidad y él lo disfruta. También su familia.
Tuvo la suerte de jugar en 11 equipos. Se formó en Alianza Lima y, por esas cosas de la vida y del fútbol, también tuvo un paso por la “U” y, como si fuera una maldición, no la pasó bien.
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El volante, hoy DT de la reserva del Sport Boys, recuerda no precisamente con cariño que el entones entrenador crema Jorge Amado Nunes lo relegó por su pasado blanquiazul.
¿Qué nos cuentas de tus inicios?
Me inicié siguiendo a mi hermano Francisco en Cantolao (desde los 8 a 12 años) y después en Alianza le seguí los pasos también.
¿Cómo nace tu apelativo Manzanita?
Desde cuando estaba en Cantolao, yo era medio cachetón y me ponía rojo con el sol, entonces al comienzo me decían cara de manzana y después me quedé como Manzana. ¿Sabes?, toda mi familia es conocida como Manzana.
¿Recuerdas tu debut en la profesional?
Fue en Alianza Lima ante Unión Minas en 1998, era el momento soñado y para coronar una etapa de mi vida. Llegué a casa, lo celebré con la familia, después mi padre salió al barrio a conversar orgulloso con los amigos. Mis padres nos inculcaron a vivir bien, pero tranquilos, sin ostentar mucho.
-¿Qué significó Alianza en tu carrera?
Siento que en Alianza complementaron bien mi educación. Y en el plano familiar salí campeón el 2001 con mi hermano y estando en Alianza los dos llegamos a la selección.
Tú te identificas con Alianza, pero en dos ocasiones jugaste por la “U”. ¿Cómo fue tu paso por el equipo crema?
Sí, estuve en dos periodos. La primera, el 2006, la pasé incómodo, tuve un rechazo marcado. El técnico Nunes ve que yo tenía pasado en Alianza y no me hacía jugar. El 2010 fue diferente, Juan Reynoso me dio la oportunidad de jugar la Libertadores, pero cuando se va, vuelve a cambiar todo.
¿Es verdad que el Comando Sur te “apretó” por haberte ido a la “U”?
No, un día que estaba en un billar con unos amigos me encontré con las cabezas de la barra, pero nunca me amenazaron, sino que me dijeron en tono de amigos, porque ellos me han visto crecer en Alianza, que no me vaya al rival. Yo les dije que era un tema profesional. Y cómo son las cosas, ya sea por decisiones del técnico u otras situaciones, estando en la “U” nunca jugué contra Alianza…
¿Y cómo así dijiste basta de fútbol y dejaste las canchas?
Las lesiones constantes fueron llevándome a eso, me operaron tres veces el tendón de Aquiles y una vez de la rodilla.
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Pero no te desligaste del fútbol, ahora eres técnico. ¿Qué tal en esta nueva faceta?
He encontrado en este lado del fútbol otra pasión igual que cuando me tocaba jugar. El primer ciclo de técnico en la federación lo estudié a los 24 años, y así ya sabía cuál iba a ser mi camino tras mi retiro.
Hace poco asumiste el cargo de entrenador del Boys. ¿Por qué aceptaste dirigir el primer equipo en una situación tan complicada del equipo?
En Sport Boys hay aún muchas cosas informales. Yo no quise estar en el primer equipo, porque considero que mi trabajo en reserva es sólido, hemos promovido 18 jugadores al primer equipo. Tras la salida de Vivas, no había plata para pagar a un nuevo entrenador y los chicos sabían que era un momento para ayudar, y ayudé.
Estuviste poco tiempo pero te dieron con palo…
Yo ya estoy metido tiempo en el fútbol y sé de las intenciones de algunas personas, periodistas, entre comillas. El tema pasa porque quieren meter entrenadores, jugadores y tomar Boys, no para ayudarlo, sino para aprovecharse y llevar lo más que se pueda.
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En ese tiempo de la selección, tú estuviste en su momento, ¿recuerdas alguna anécdota en especial?
-Tuve muy buena experiencia con Julio César (Uribe) y con Autuori. Julio César me dio la oportunidad de reemplazar en un partido a mi ídolo, Chemo Del Solar. Íbamos a jugar contra Brasil y me decía que ellos habían llegado con su equipo C. Después, con el tiempo, me di cuenta que era para que esté tranquilo, porque en ese Brasil estaban Cafú, Dida, Vampeta, Denilson y Juninho Pernanbucano.