Diego Alexander Silupu Hurtado de Mendoza (23), hombre que fue asesinado por un sicario cuando desayunaba junto a su esposa e hijo en una chicharronería de San Juan de Lurigancho, habría tenido un oscuro pasado, donde la criminalidad habría sido la fuente de sus ingresos, según sospecha la Policía Nacional.
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En efecto, de acuerdo a la División de Homicidios de la PNP, el hombre de 23 años se habría estado viviendo de la extorsión y el cobro de cupos, por lo que el móvil del crimen tendría relación con un ajuste de cuentas perpetrado por una banda rival.
Asimismo, se conoció que Hurtado de Mendoza ya estaba siendo amenazado por otra organización delictiva que también se dedica al negro 'negocio' y que viene disputando la supremacía y el control de sus territorios.
Sin embargo, el hecho aún continúa en investigación y su familia sufre su pérdida. "Me arrancaron la mitad de mi vida, ahora tendré que empezar de nuevo, sola, con mi bebé", expresó su pareja, quien presenció el hecho junto a su pequeño hijo.
Como se sabe, el fatal hecho ocurrió la mañana de este último martes 10 de enero y quedó registrado por una cámara de seguridad del local, donde se observa el ingreso del sicario, quien realiza tres disparos que acabaron con la vida de Diego Alexander.
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