Keiko Fujimori desde muy joven tomó un protagonismo en el gobierno de su padre Alberto Fujimori. Se convirtió en la primera dama más joven de Latinoamérica con tan solo 20 años. Ella no portó este título por casualidad, sino que quiso perpetuar el legado corrupto que le dejó el exdictador.
En su objetivo, ha trazado una ruta política que la ha llevado a las Elecciones 2021. Primero, intentó siendo congresista. Después, en el 2011 postuló como candidata presidencial con el partido Fuerza 2011. Y, finalmente, con la misma agrupación política, fundó Fuerza Popular, con la cual pretende izarse como la máxima autoridad del Perú este año.
En el transcurso, ha sido tres veces detenida al hallársele elementos de convicción que la involucran en actos ilícitos. Prueba de ello, son los hallazgos encontrados en el caso 'Cocteles' y en el cual existen supuestos aportes ilícitos a sus campañas presidenciales. Así lo ha confirmado el fiscal José Domingo Pérez, del Equipo Especial del caso Lava Jato. Actualmente, Keiko viene buscando que juez retroceda caso Cócteles a periodo de investigación.
El Ministerio Público acusa a Keiko Fujimori por la comisión de los presuntos delitos de lavado de activos, asociación ilícita para delinquir, organización criminal, obstrucción a la justicia, falsa declaración en proceso administrativo, fraude procesal y falsedad genérica.
La primera investigación que se abrió en su contra en el 2016 fue por los ‘aportes fantasmas’ a su campaña presidencial del 2011, que más tarde se denominó Caso Cócteles, ya que el partido organizaba este tipo de reuniones o rifas a fin de recaudar dinero para fondos proselitistas.
La tesis de la Fiscalía es que la aspirante a la presidencia habría lavado más de 1 millón de dólares que provenían del Departamento de Operaciones Estructuradas de la constructora Odebrecht, el cual se solventaba con contratos ficticios y de obras sobrevaloradas, por lo que tenían origen ilícito.
Recientemente, Jorge Yoshiyama Sasaki, involucrado en el caso, declaró que Jaime Yoshiyama le informó que ya había conversado con la candidata de Fuerza Popular y ella le pidió que negara todo lo relacionado con la empresa Odebrecht.
Ante estas evidencias, y otras, la Fiscalía mantiene la hipótesis que Keiko Fujimori lidera una organización criminal que usa como fachada al partido Fuerza Popular, compuesto de un núcleo duro, dispuesto a captar el poder político en 2011 y 2016.
Keiko Fujimori tuvo la oportunidad de mejorar al país con proyectos legislativos en beneficio de los peruanos. Esto cuando su partido obtuvo la mayoría en el Congreso durante las elecciones del 2016, con 73 escaños . Sin embargo, los congresistas de su agrupación se dedicaron a blindar al fiscal Pedro Chávarry y a otros cuestionados magistrados de Consejo Nacional de la Magistratura. Asimismo, aprobar leyes inconstitucionales y petardear al gobierno del expresidente Pedro Pablo Kuczynski.
Ese fue el inicio de la crisis política que se ha vivido en el Perú durante el último quinquenio, pues a partir del pedido de vacancia contra Kuczynski, esta herramienta constitucional para destituir al jefe del Ejecutivo se empezó a usar con mayor facilidad por el Congreso de turno sin medir las consecuencias para el país.
El 23 de agosto de 1994, Keiko Fujimori tomó el título de primera dama. Esto luego de que su madre, Susana Higuchi, denunciara a su esposo Alberto Fujimori de tortura por intentar acusarlo de corrupción dentro de su gobierno. Él negó las imputaciones y se defendió diciendo que Higuchi era “inestable”, y se separó de ella.
Dos años antes, el 24 de marzo de 1992, Higuchi denunció de forma pública que los hermanos de su esposo e incluso él mismo, seleccionaban la ropa que donó Japón. Las vestimentas estaban dirigidas a los más pobres del país, pero ellos se estaban quedando con lo mejor y lo más ‘viejo’ lo entregarían a los más necesitados.
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