Asunción. “No puedo más”, dijo el papa Francisco visiblemente agotado.
Los viajes de su gira por Latinoamérica, que acaba hoy, lo dejaron exhausto. A sus 78 años, el Sumo Pontífice tuvo que disculparse ante un guardia para dejar de visitar la cárcel del Buen Pastor, luego de arribar a Paraguay en la tarde del viernes. Según versión periodística del diario El Clarín, el rostro de Francisco lucía agotado.
Sin embargo, minutos más tarde, quiso cumplir con su feligresía como lo hizo a su paso por Ecuador y Bolivia.
REZÓ EN GUARANÍ
Ante miles de feligreses y durante una homilía de 15 minutos, Francisco ofició una misa en el santuario de Caacupé, capital religiosa de Paraguay. Allí expresó que el acto era para “agradecer, pedir perdón y volver a empezar”.
El templo estuvo repleto y el momento cumbre llegó cuando vieron al Papa rezar el padre nuestro en guaraní.
PIDE CUIDAR A LOS NIÑOS
Durante una visita a un hospital pediátrico de enfermos de cáncer en San Lorenzo, en su segunda jornada de la visita de tres días a Paraguay, el Santo Padre saludó a los menores internados.
“Es tan importante un niño en la vida que hay que protegerla desde sus orígenes. Rezo por ellos”, manifestó.
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