Dolor, llanto, desesperación. Simplemente no tienen consuelo y deben marchar con sus seres queridos a cuestas, hasta donde será su última morada debido al accidente que ocurrió en el ex terminal Fiori, en el distrito de San Martín de Porres.
Frank Zeña Baldera debió despedir a su esposa Fanny Olivos y su pequeña Rosa Inés. Mañana cumplirían seis años de casados, casi la misma edad que la pequeña Rosita, su bebita chiquitita a la que amaba con toda el alma. El dolor era indescriptible y por momentos era ayudado por sus familiares a mantenerse en pie. Cargó el féretro de su esposa hasta su última morada.
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Pero donde sin duda alguna se vivió un mayor drama fue en el centro poblado El Espinal, donde se dio el último adiós a cinco víctimas del fatídico siniestro del bus de la empresa SAJY, que se quemó en el terminal de Fiori en Lima.
Allí, José Olivos debió despedir a su hijo Alex Olivos, a su nieto Benjamín Villegas Olivos, así como a Elmer Villegas Cabanillas y Fernando Villegas Núñez.
Él fue el único sobreviviente de esta tragedia, pues pudo salir a tiempo del bus en llamas. El resto de su familia quedó atrapada en los pasadizos de la unidad y murieron a consecuencia de las llamas.
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Todo el pueblo de El Espinal estuvo con los deudos y también los acompañó a despedirlos en el cementerio de Oyotún. No había consuelo para nadie e incluso en José Olivos había cierto sentimiento de culpa por haber sobrevivido.
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