Solo una marca de agua embotellada no mostró PELIGROS microplásticos, confirma un análisis internacional

Un reciente estudio científico ha puesto en evidencia una realidad que podría cambiar la forma en la que miramos el agua embotellada: casi todas las marcas analizadas a nivel global contienen microplásticos, esas diminutas partículas que no podemos ver, pero que están allí, mezcladas con cada sorbo que damos.

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¿Qué descubrieron los investigadores sobre el agua embotellada?

Un equipo de científicos de Columbia University y la Universidad de Rutgers utilizó tecnología de punta para analizar 25 marcas internacionales, detectando partículas plásticas en miles de muestras. Lo más sorprendente es que solo una marca, proveniente del Reino Unido, no mostró rastro alguno de microplásticos. ¡Una verdadera excepción!

“Cada botella consumida puede contener una cantidad preocupante de partículas plásticas que el consumidor desconoce”.

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¿Cuántos microplásticos puede haber en una botella?

El análisis utilizó una técnica avanzada llamada espectroscopia Raman mejorada con sustrato, revelando cifras que asombran: algunas muestras contenían hasta 240.000 microplásticos por litro. La mayoría de estas partículas medían menos de cinco micras, tan pequeñas que podrían incluso atravesar barreras fisiológicas en nuestro cuerpo.

“Las concentraciones medidas superan las estimaciones previas en uno a dos órdenes de magnitud”.

Aunque suena alarmante, este descubrimiento es un paso importante hacia una mayor transparencia en los productos que consumimos. Y también abre la puerta a soluciones más sostenibles.

¿De dónde vienen los microplásticos?

Los investigadores también lograron identificar el origen de estos microfragmentos. La mayoría de ellos proviene del PET (tereftalato de polietileno), el material con el que están hechas las botellas. La liberación de estos plásticos ocurre durante el proceso de embotellado, almacenamiento e incluso por la exposición a diferentes temperaturas.

“El PET constituye la fracción dominante de microplásticos detectados en las muestras”.

Además, se hallaron trazas de polietileno y polipropileno, materiales que se encuentran comúnmente en los tapones o en la maquinaria de las plantas embotelladoras. Sin embargo, el estudio también destaca que no siempre es culpa de la marca o del país de origen, sino del proceso de producción y conservación.

¿Hay motivos para preocuparnos por la salud?

Aquí es donde entramos en terreno incierto. Si bien el hallazgo de microplásticos genera preocupación, los científicos aclaran que todavía no hay pruebas concluyentes sobre los efectos en la salud humana. Aún se desconoce cómo actúan estas diminutas partículas una vez que entran en nuestro cuerpo, aunque se cree que las más pequeñas, de menos de 1 micra, podrían ser las más propensas a cruzar barreras celulares.

“Se desconoce el destino de estos microplásticos una vez en el organismo humano y si sus efectos pueden ser acumulativos o transitorios”.

“Aún falta evidencia para determinar si existe una repercusión tangible sobre la salud humana”.