Médico asesinado en Puno soñaba con construir hospital para recibir a personas de bajos recursos

Marco Antonio Samillan Sanga (31), médico internista que murió mientras intentaba auxiliar a uno de los heridos que venía dejando los violentos enfrentamientos entre la Policía Nacional y manifestantes en Puno, tenía muchas metas y sueños que planeaba realizar una vez que se recibiera como profesional titulado.

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Según se dio a conocer, el joven estudiante llevaba una bata blanca que tenía el símbolo de la cruz roja, cuando recibió un impacto de bala en el tóraz, a pocos centímetros del corazón. Así lo reveló su hermana menor, Milagros Samillan, quien confirmó que el disparo vino del lado de los policías.

Estaba comprometido con la medicina

De acuerdo a Víctor Villar, profesor y presidente de la Federación Médica de Puno, Samillan Sanga estudio Biología; sin embargo, decidió seguir la carrera de Medicina en la Universidad Nacional del Altiplano de Puno (UNAP) y estaba a muy poco de culminarla.

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"Estaba muy comprometido con su labor, había estado sensibilizado por los problemas de salud de nuestra región", comentó Villar a La República. "¿Quién iba a pensar que sucedería lo que ha pasado?", agregó.

En esa misma sintonía, Miragros comenta que su hermano no solo quería convertirse en neurocirujano y ayudar a los más necesitados, sino que también soñaba con construir un hospital para recibir a pacientes de bajos recursos.

"Ese siempre fue su sueño: poder construir un hospital para que las personas de bajos recursos económicos puedan curarse, puedan atenderse", indicó la joven, quien asegura que en su familia aún se resisten a creer de que Marco Antonio ya no esté entre nosotros.

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"La familia aún sigue en shock. No pueden creer que Marco Antonio ya no esté con nosotros", mencionó. "Han matado a un profesional. Él tenía todo un futuro. Él hubiera podido salvar 1.000 vidas más, pero lo han asesinado. Yo pido que se haga justicia", agregó.