La historia del ‘Loco martillo’: ¿Qué ha sido de Clímaco Basombrío tras cumplir condena por asesinar a menor de edad?

El crimen cometido por Clímaco Basombrío en julio del año 2001 fue tan escalofriante como su relato luego de haber sido detenido entre Sebastián Brenes Hagues y un vigilante de la zona de Chacarilla, en Surco. El 'Loco martillo', como fue catalogado, afirmó que no sabía por qué lo había hecho, pero que aceptaba su crimen.

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Todo empezó el 7 de julio, cuando Clímaco, Carlos Lescano y Sebastián se reunieron en la azotea de la casa del último de éstos para celebrar el ingreso a la Usil. Nadie imaginó que sucedería un asesinato ya que los tres eran amigos desde cuando estudiaban en el colegio Santa María, donde profesaban la fe católica.

Según la Policía, Clímaco Basombrío bajó una primera vez por un vaso de agua y volvió a subir. Luego, bajó por segunda vez para coger una corbata de Sebastían. Finalmente, bajó por una tercera vez para hacer una llamada telefónica desde el cuarto de Alexandra, hermana de Sebastián. La mujer de 16 años de edad le pidió llamar a la empleada doméstica, Ida Merino.

Fue en ese instante, que Clímaco arruinó su futuro ya que vio de espaldas a la empleada doméstica y cerca a él un martillo: La golpeó lo suficiente como para enviarla al estado de coma y a Alexandra la golpeó 40 veces hasta matarla. Los ruidos hicieron que Sebastián y Carlos Lescano se aparecieran en la escena y se enfrentaran a él. Lescano salió lastimado. Sebastián y un vigilante atraparon a Loco martillo en las afueras de la casa.

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Fue condenado a 20 años de cárcel

Clímaco Basombrío o 'Loco martillo' fue condenado a 20 años de cárcel y a pagar una reparación civil de S/ 400 mil a favor de la empleada Ida Merino, quien días después del atentado salió del estado de coma. Asimismo, de acuerdo a la sentencia, la pena tenía una vigencia hasta el 8 de julio de 2021.

A pesar de que el caso fue lo bastante mediático en su momento, la salida del penal del Loco martillo no quedó registrado, por lo que se presume que su salida de la cárcel fue en absoluto silencio. Él había aceptado el crimen: “Si es necesario, métanme a la cárcel o mátenme. No sé por qué lo he hecho, pero yo lo he hecho”, había confesado a las autoridades.