El chupacabras: el extraño caso de la muerte de 500 animales en Cañete [FOTOS]
La incertidumbre se ha apoderado de los vecinos de Roldán, en Cañete, quienes no encuentran explicaciones ante la muerte de sus animales; sin embargo, algunas incidencias apuntan a que es el ‘Chupacabras’. ¿Usted qué cree?
Únete al canal de Whatsapp de El Popular- Caso Andrea Vidal: imágenes inéditas revelan minutos antes del crimen de extrabajadora del Congreso
- Panetones Donofrio a solo S/2.50 solo por Navidad: dónde comprar ÚNICA promoción
Muchos hablan de la leyenda del ‘Chupacabras’ entre risas, hasta se animan a hacer bromas; sin embargo, para los pobladores de Roldán, un centro poblado ganadero ubicado en Quilmaná (Cañete), este tema resulta tenebroso, hasta se ha convertido en su principal inquietud. ¿Por qué?
Según relató Pedro Ojeda Ortiz, exgerente municipal de CPM, todo empezó en el 2018, cuando decenas de animales empezaron a morir. Las luces de alerta se encendieron cuando se percataron que todos ellos tenían las mismas señales: orificios en el cuello y sin ninguna gota de sangre.
PUEDES VER: PNP advierte a la población de multas por acudir a fiestas de Halloween y Día de la Canción Criolla
En un inicio, y con el afán de desviar la atención a otro lado, prefirieron suponer que se trataba de un perro, un puma, hasta llegaron a pensar que era un zorro; no obstante, el tiempo hizo que todas estas teorías sean descartadas.
“Hasta el momento, lo único que sabemos, es que hay algo que está matando a los animales todos los días. Bueno, se está repitiendo lo que pasó en el 2018, en el mes de junio. Allí llegaron a morir más de 280 animales, y todas las muertes fueron extrañas”, sentenció la exautoridad, quien aseguró que los reclamos de los vecinos tienen larga data.
Composición: El Popular.
Al ver que la matanza descomunal de animales no cesaba, los pobladores decidieron tomar cartas en el asunto. Como en las películas de terror, pero sin grandes armamentos, los ciudadanos se instalaron al pie del cerro, muy cerca de los corrales.
“En ese punto ataca, se aprovecha de que no hay luz”, recordó Pedro, pues él ha participado en varias intervenciones. El temor era grande, cuenta, pero el miedo de perder todo terminaba por carcomer las inseguridades y los pequeños temblores en el cuerpo.
Sin embargo, al cabo de los días, y al ver que no encontraban respuestas, los vecinos bajaron la guardia. Hasta que un día, sin prevenirlo, el ‘monstruo’ del que todos hablaban, pero nadie conocía, desapareció.
“Al día siguiente de las rondas, nosotros encontrábamos huellas, pero hasta el día de hoy no se determina a qué animal pertenece. Por ejemplo, cuando uno camina siempre tiene que dejar rastros del pie derecho e izquierdo; no obstante, estas huellas eran raras, y parecían que cambiaban de forma. Cuando pensábamos que ya teníamos una pista, perdíamos los rastros, como si cambiara de forma y terminaría volando”, trató de adivinar.
PUEDES VER: Halloween 2020: Top 10 de películas de terror de Netflix basadas en hechos reales [VIDEO]
El calvario no terminó: ‘Chupacabras’ regresó en pleno 2020
La tranquilidad se había vuelto a instalar en el distrito. Los pobladores, una vez más, habían recobrado la confianza y el sueño; sin embargo, y un día cualquiera, los animales empezaron a morir. Según Pedro Ojeda Ortiz, el calvario retornó en septiembre de este año.
Familias afectadas cuentan su testimonio
“Aquí pasa algo extraño”, empezó contando María Núñez, una de las tantas perjudicadas. Ella, quien vive con su madre de 69 años, describió en pocas palabras su instancia en Roldán: “Acá todo es tranquilo”.
Sin embargo, su tono de voz cambió cuando habló del ‘Chupacabras’. “Ya nada es como antes, muchas familias la están pasando mal”, sacó a flote, recordando que más de 500 animales han muerto por la culpa de este ser irreconocible.
“De noche vemos dos grandes ojos como linternas, que nos miran fijamente sin parpadear y cuando apuntamos las luces a esos grandes ojos solo son un montículo de tierra”, relató María Nuñez a El Popular.
“Al día siguiente, todos los animalitos de la vecina despertaron sin sangre, todos con dos orificios grandes en el cuello. Los que quedaban vivos tenían un corte en el muslo como si los hubiesen hecho con un bisturí”, añadió la fémina.
Más adelante, reveló que su familia también ha vivido en carne propia los estragos de este “animal”, que ha encontrado en el anonimato y la oscuridad su mejor armamento.
“Fue terrible, mi madre despertó de noche por los ladridos de los perros, pero al salir al corral no vio nada, solo el silencio entre los animalitos, como si este ser los hipnotizara. Al día siguiente, 10 chanchos despertaron sin vida, aseguró la víctima indignada por el hecho.
De acuerdo a su relato, este ser, que se oculta en la noche, entre la tierra gravosa, los cantos rodados del monte y el viento que golpea entre las tunas y tilandsia (planta que crece en las montañas), empezó a visitar otras viviendas; ante esto, todos decidieron volver a hacer vigilia.
“Mi cuñado fue por el cerro, iba con un rifle y una linterna de mano, él estaba acompañado con otro familiar listos para atrapar al ‘chupacabra’, pero pasaron toda la noche en la oscuridad del monte, del frío que te pela los huesos, hasta que llegaron a un punto donde hasta el viento se silenciaba. Fue en ese momento que vieron dos ojos que lo miraron de frente. Dice que no pudo dispararle, que se quedó en shock y cuando alumbraron se dieron con la sorpresa de que estaban al frente de un montículo de tierra”, la voz de María se pone más tensa y finalmente dice: “No sabían qué era”.
No hay avances en la investigación: ¿Frente a qué están?
Según María, hasta la fecha no se ha identificado al ‘monstruo’ que habría matado a todos los animales. Se descartó que fuera un puma o un zorro por la marca de la dentadura en el cuello de los carneros y chanchos.
También se eliminó la teoría de que fuera un perro, debido a que la saliva encontrada en los animales no pertenecía a la de un can.
Lo poco que se sabe, asegura, es que los orificios que causaron la muerte tienen una profundidad de 8 centímetros y el grosor es como la de un dedo adulto, lo cual hace difícil compararlo con un lobo u otra especie.
Piden intervención de las autoridades
La señora Núñez y el resto de pobladores viven aterrados por las incidencias; por ello, piden a las autoridades de Cañete que coloquen luces o reflectores en la zona, ya que así creen que el ‘Demonio de Roldan’ no regresará.
“Siempre que lo buscamos no está, siempre que ponemos luces no ataca, creo que sabe cuándo lo buscamos y cuando estamos atentos para ver su ataque. Solo pido que no maten más los animalitos”, finalizó la mujer.
Periodista especializado en temas policiales y políticos. Graduado de la Universinad Nacional Federico Villarreal. Redactor y coordinador en El Popular. Interesado en temas policiales, política y actualidad.