Sepa cómo tratar el herpes zóster

Rosario Espinoza B.

Una de cada tres personas en algún momento de su vida ha sido afectada por el herpes zóster. Por ello existe la necesidad de informar sobre esta enfermedad, que es causada por el virus varicella- zóster. 

Su principal complicación es la llamada neuralgia posherpética que es un dolor intenso y debilitante en las zonas afectadas por el sarpullido, que puede persistir incluso después de la desaparición de la erupción. Puede durar tres meses o incluso años.  

El infectólogo Juan Carlos Gómez, colaborador de la campaña “Que el herpes zóster no llegue a tu vida, vacúnate”, sostiene que cualquier persona que haya sufrido varicela puede desarrollar esta enfermedad, incluso niños, pero el riesgo de desarrollarla se incrementa con la edad. 

La erupción aparece en la piel generalmente en la mitad del cuerpo o de la cara. 

 La población más vulnerable son los adultos mayores.Se estima que a los 85 años, el 50% de las personas habrá experimentado un episodio de este mal. 

Se estima que el 95% de los adultos están en riesgo. La mitad de casos ocurren en hombres y mujeres mayores de 60 años, cuando las complicaciones como la neuralgia posherpética son mucho más frecuentes. 

VACUNACIÓN A TIEMPO

El tratamiento se basa en el uso de analgésicos, paños húmedos, lociones y baños calmantes para aliviar el dolor y la picazón, así como el uso de antivirales para acortar y reducir la severidad de sus síntomas. Pero estos solo son efectivos cuando son administrados al inicio de la erupción. Por ello es importante la vacunación, pues se ha demostrado que se reduce en un 67% el riesgo de desarrollar la afección neuralgia posherpética y hasta el dolor que puede sobrevenir después de la enfermedad. Esta vacuna ya está disponible en nuestro país y ha sido aprobada por las distintas instituciones sanitarias.

SIGNOS Y SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD

El paciente sufrirá escalofríos, fiebre, náuseas, diarrea o dificultades para orinar. Estos síntomas pueden darse tres o cuatro días antes de presentarse la enfermedad.  

El paciente tendrá mayor sensibilidad y un leve dolor en la zona en la que aparecerán las erupciones. Son las primeras señales de este herpes. En algunos casos puede presentarse picor, quemazón o sensación de hormigueo.  

Luego saldrán ampollas llenas de líquido rodeadas de una pequeña zona roja. Las ampollas ocupan solo un área limitada de la piel, cuya sensibilidad corre a cargo de los nervios afectados.  

Las ampollas aparecen, generalmente, en el tronco y a un solo lado. El área del cuerpo afectado suele ser muy sensible, incluso un ligero roce puede generar un dolor muy intenso.

Pueden surgir complicaciones en los ojos, causando la pérdida de la visión, neumonía, problemas de audición, encefalitis, sobreinfección bacteriana en áreas afectadas por la erupción, hepatitis y hasta la muerte.