Sexualidad: tres mitos sobre el tamaño de la vagina y el sexo

La obsesión por el tamaño de los genitales no es reciente. En el hombre, la preocupación por el tamaño de su pene viene desde siglos atrás y está ligado a su desempeño sexual. Mientras más grande será mejor en el sexo y hará disfrutar más a su pareja.

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En el caso las mujeres, la percepción se complica un poco, porque como explica el psicólogo y sexólogo Alberto Álamo, "muchas mujeres no saben como funciona su vagina"  y ese desconocimiento ligado a sentimientos de pudor puede llevarlas a la frustracción sexual. 

Existen muchos mitos generalizados sobre la vagina y el desempeño sexual de la mujer. Eentre ellos encontramos:

1. Mito N°1: La vagina ya no es la misma tras el parto

Una creencia generalizada y totalmente errónea, tiene que ver con la perdida de firmeza en la musculatura vaginal tras el parto. Según el sexólogo, "la vagina regresa a su estado original tras el parto. Los músculos vaginales son muy elásticos". Sin embargo, para lograr una rehabilitación rápida, el especialista recomienda realizar ejercicios de suelo pélvico antes y después del embarazo. Estos ejercicios son llamados ejercicios Kegel. Son muy sencillos de practicar. Uno de ellos consiste en contraer y relajar los músculos vaginales, siguiendo el ritmo de la respiración por unos minutos.

2. Mito N°2: ¿Existen las vaginas muy pequeñas?

Para el sexo, no existe un diagnostico médico que confirme esta teoría, sin embargo, el sexólogo Álamo advierte de que el sexo y la imposibilitad de introducir el pene, se debería a una inadecuada estimulación sexual. "Los juegos previos para excitar a la mujer son muy importantes y no deben ser dejados de lado", indica. El dolor en la penetración se puede justificar por movimientos bruscos y apresurados de parte de la pareja. 

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3. Mito N°3: La vagina se agranda por practica mucho sexo

Existen mujeres que tras esta creencia se niegan a tener relaciones sexuales con su pareja, en especial si este tiene el miembro viril muy grande. También existe el prejuicio de parte del hombre que fantasea con la idea de que su pareja ha tenido sexo con muchos hombres, por lo que su vagina ha dejado de ser estrecha. Para el ginecólogo Alberto Álamo se trata de teorías sin fundamento científico, "no existe casos diagnosticados de vaginas dilatadas en estado permanente por practicas sexuales continuas".