Mascotas: cómo saber si tu perro tiene diabetes

Si tu mascota tiene mucha sed por ende orina en demasia y come mucho podria esta sufriendo un cuadro de diabetes. Conoce las razas más propensas y los cuidados que debes tener con tu perro o gato.

La diabetes es una enfermedad que afecta tanto a personas como a animales. Los perros y gatos son propensos a sufrir esta enfermedad, con una prevalencia de 1 a 5% de la población. Sin embargo, también es una afección que puede afectar a otras especies como conejos, hurones y caballos.

Y la facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia Veterinaria en la Universidad Científica del Sur, te da un detalle de los signos de alerta, tipos de diabetes y las razas más propensas a tener la enfermedad.

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SIGNOS DE ALERTA

Los principales signos clínicos en nuestras mascotas que muestran señales de alerta son orinar más de la cuenta, tomar mucha agua y comer en exceso, todo esto sumado a una pérdida de peso. Otros signos clínicos que se pueden manifestar, con menor frecuencia, son dificultades en la visión y en el andar.

TIPOS DE DIABETES

La diabetes que afecta a las personas y a las mascotas es bastante parecida. Se conocen dos tipos de diabetes mellitus que afectan a las personas; el tipo 1 y el tipo 2. En caso de perros, es más frecuente que estén afectados por el tipo 1, una diabetes insulino dependiente que requiere la aplicación constante de insulina. En gatos es más frecuente el tipo 2, influenciada en gran parte por la dieta y las costumbres de vida.

LABRADOR: RAZA MÁS PROPENSO

Según una publicación británica del 2012, la raza de perro más propensa a sufrir de diabetes es el Labrador, seguido de Beagle, Teckel, Collie, Yorkshire Terrier, West Highland White Terrier, Jack Russell Terrier, Cocker Spaniel, Golden Retriever y Poodle.

CONSEJOS

María Lourdes Velarde, docente de la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia Veterinaria en la Universidad Científica del Sur, aconseja incluir un alto porcentaje de fibra en la dieta del animal, un porcentaje moderado de proteínas (siempre que no tenga nefropatía) y carbohidratos complejos. Existen distintas marcas en el mercado con alimentos formulados especialmente para estos casos.

El plan terapéutico implica una dieta bastante estricta y ejercicios para controlar el peso, así como también se recetan hipoglucemiantes orales e insulina, dependiendo del caso. La insulina de acción prolongada muchas veces es mejor para iniciar el control de la glucemia a gatos diabéticos, y las de acción intermedia son bastante efectivas en perros.