¡Qué inmaduro Maduro!

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Por: Lucho Camino

El presidente no abre la boca sobre temas picantes. Amagó mejor que Messi cuando le consultaron sobre lo dicho por Nicolás Maduro, quien insultó y amenazó a nuestro canciller tan solo por recordarle lo que él mismo se comprometió ante Unasur. 

Mientras el nuestro calla, el presidente Correa ha vuelto a relucir toda su prepotencia para defender las patadas y el veneno discriminador de Riofrío. El mensaje parece ser: “A mí nadie me dice qué debo hacer”. 

Y creo que por ahí va la cosa. No solo porque Maduro y Correa se sienten todopoderosos en sus respectivos países, sino también porque le estarían dando una “arrinconada” a su amigo.

“Si ahorita algún congresista o autoridad dice algo de Bolivia, te apuesto que Evo sale con la pata en alto contra Perú. Eso no es casual. Esa mancha actúa sincronizadamente, Luchito”, me dice el tío Guaracha, mientras levanta el volumen de su radio para que se escuche “si naciste pa’ soldao, ahora tienes que aprender”. 

Imagínense que así fuera. Entonces, es fácil deducir que Correa le estaría “enseñando” a su amigo que a la prensa hay que maltratarla para desacreditar cualquier denuncia que saque a luz. Y a nivel de relaciones internacionales, lo mejor es irse al extremo, convertir en cuestión de Estado un lío doméstico intentando “equilibrar” la situación.

Y Maduro, que está jugando a imitar a su maestro y guía Chávez, le estaría sugiriendo que el “nuevo capo” del barrio es él. Ya llamó “el rey de los diablos” a Barack Obama y ha acusado a el ex presidente colombiano Álvaro Uribe de estar detrás de un plan para matarlo.  

A nuestro canciller Roncagliolo lo amenazó: “Has cometido el error de tu vida”.  

“Va por un mes en el cargo y ya crece la antipatía en su contra, dentro y fuera de Venezuela. Simplemente porque él no es Chávez”, afirma el tío Guaracha.  

“Sí, pero él tiene el petróleo. No me extraña por eso que, en tan corto tiempo, emprenda una gira por Uruguay, Argentina y Brasil. Les va a pedir que lo soporten y respalden y se queden calladitos, sino, no hay petróleo ni subvenciones”, responde el buen Ñaño, siempre enterado. 

¿Hay algo más detrás de la prepotencia de Correa y Maduro? Por ahora, el Congreso le bajó el dedo al embajador peruano en Caracas, por ponerse de lado del presidente que habla con los pajaritos. ¿Qué más viene? Habla, Ollanta.

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