Alejandra Baigorria: “Aprendí que de amor nadie se muere”

Mirian Pachas

Es rubia y talentosa. Es una de las chicas reality más solicitadas de la pantalla chica y también ha demostrado tener buen ojo para la moda. La modelo aprendió que de amor nadie se muere. 

El Popular conversó extensamente con Alejandra Baigorria y nos contó de todo. 

—¿Tú secuencia de modas en Espectáculo podría ser un preámbulo para tu programa propio?

—Dios quiera que sí. Hay chicas que están aburridas de ver otros temas. Y más les interesa mejorar como persona, ya físicamente, sentirse bien o subir la autoestima. Yo que soy recontra feminista, considero que la mujer es más poderosa que el hombre, cumple un rol importante en la sociedad. Me gusta ayudar a las mujeres con la autoestima baja. Yo también pasé por eso, y me depremí, y sufrí por amor. 

—¿Te refugiaste en el trabajo para no sufrir por amor?

—Sí, no tengo hijos, mis hermanos son chiquitos, mis papás son separados y no vivo con ellos. No tenía ninguna cosa que me motivara. Levantarme sola, sentirse mal era horrible; así que lo único que hacía era refugiarme en mi trabajo y seguir creciendo para que eso me haga sentirme orgullosa de mí misma. 

—¿En qué momento dijiste no más?...

—Me preguntaba por qué a mí me pasaba eso, salgo de una cosa y me pasa lo otro.  Pero dicen que Dios pone pruebas fuertes a sus mejores campeones. Todo lo que pasó en mi vida tiene un porqué, lo tomo como un aprendizaje. Siempre hay algo bueno que sacar de las cosas malas. Si no me hubiera pasado, no sería la Alejandra que soy hoy en día. No me arrepiento de nada de mi vida, todo tiene un porqué. Lo bien que me va ahora es porque cogí las cosas buenas que me pasaron. 

—Luego de verte tan mal te vimos reflorecer...

—La gente se acostumbró a verme llorar, sufrir, derrumbada o decirme pobrecita. Es que yo no tenía filtro y no me gustaba guardar mis cosas, no me importaba si estaba en televisión. Ahora tú vez a una Alejandra diferente; centrada y que sabe lo que quiere. Nada ni nadie me va a derrumbar.

—¿Una nueva decepción amorosa te derrumbaría?

—De hecho que me dolerá, porque tengo un corazón, pero derrumbarme ya no.    Creo que eso sería un poco complicado. Yo aprendí que de amor no se muere nadie. Si alguien decide no estar conmigo, hablando genéricamente, con la pena del corazón le abro las puertas. Engañarte para qué.

ABRIÓ LOS OJOS 

- ¿Sentiste que viviste engañada?

—No lo sé. Simplemente abrí los ojos, porque yo me estaba equivocando, no la otra persona (Mario Hart). Vivía en un mundo que no existía, me estaba aferrando a un amor que no existía.

—¿Qué te da Guty Carrera?

—Él y yo somos diferentes. Guty es tranquilo, es una persona que habla mucho.  Yo soy más exaltada y extrovertida. Y eso nos da un equilibrio. Yo le meto la chispa y él me baja las revoluciones. 

—¿Y hay planes de matrimonio?

—No dejo de creer y soñar que el matrimonio es especial. No lo quiero ahorita. Es una ilusión que tuve desde niña. Eso no me lo quita nadie. Siento que no es el momento adecuado, de repente pude pensar que sí, pero no lo era. Dios sabe por qué hace las cosas. El momento llegará cuanto tenga que llegar.  

—Te sentiste mejor cuando dejaste de trabajar con Mario Hart...

—Si trabajábamos juntos hubiera habido morbo. Sobre todo los primeros días,  pero luego ya no habría pasado nada más. Cada quien tiene su vida hecha. Dios hace las cosas por algo. Yo simplemente no iba a dejar de trabajar por el qué dirán.

MARIO HART ES SU AMIGO

—¿Cuál es tu relación con Hart?

—No es mi amigo. Pero yo no tengo ningún problema en saludar a nadie. No guardo rencor a nadie. 

—Te molesta que el término chica reality esté desvirtuado...

-Me molesta, porque soy una chica que entró a la televisión y siempre quiso proyectar la imagen de empresaria, que es lo que más amo. Y eso es lo que he venido haciendo todo este tiempo. Si algún error tuve en la televisión es haber llorado por amor, otra mancha no puedes encontrar porque no hay. Yo me mato por vender una imagen limpia. Ser un ejemplo para los jóvenes, y decirles que sí se pueden hacer cosas buenas, que sí se puede ser un joven empresario. Lamentablemente nos están metiendo a todos en un mismo saco. Estamos mal vistos por los temas de El valor de la verdad.

—¿Conocías de esos detalles, por ejemplo, lo que se dijo de Melissa Loza?

—Con la gente de Esto es guerra trabajé dos meses. Es poco probable que me haya enterado de eso. Además, yo veo mi vida de chismes no sé nada. Recién ahora que soy panelista de espectáculos me entero de todo. Lo que se dice en El valor de la verdad me choca. 

—¿Crees que los errores que cometen es por la forma cómo fueron educados?

—Yo no creo que sea por eso. Las personas que entraron a la televisión no tuvieron un buen guía. Las cámaras te comen. Los realitys nos hicieron famosos tan rápido y tuvieron una acogida tan fuerte.

—¿Una chica reality se siente deseada?

—Nunca tuve eso. Por más que posé con la pierna cruzada, me ponga el cabello a un costado o me pintara los labios de rojo, yo sabía que eso no era lo mío. Yo sé que no soy una sex symbol. Lo he intentado, hice calendarios, pero no me sale. No va conmigo, no me nace.