“Mundial, allá vamos”
El niño Jesús nació, y con Él la paz iluminó la Videna. Carlos Zambrano y Anderson Cueto, figuras de la selección Sub-20, le contaron a El Popular cómo pasan la Navidad, mezclada con anécdotas cuando ambos peloteaban en el Callao.
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-¿Qué Navidad recuerdan con más nostalgia, chicos?
Z: Esas navidades las pasé muy bien, antes nos las arreglábamos como podíamos, ahora trato de darle lo mejor a mi mamá. Y ese día estoy con mi novia y mi hijo. Él es mi gran orgulllo.
C: Lo más bonito de estas fiestas es compartir en familia y darle gracias a Dios por todo lo brindado. No soy de armar el nacimiento, pero le ayudo en lo que puedo a mi mamá. Pero nada que ver en la cocina, soy muy malo (risas...).
-¿Algún regalo en especial que recuerden?
Z: Solo recibía ropa, pero la pasaba bien.
C: Casi siempre me regalaban pelotas, pero al ratito nomás las reventaba.
-¿Hoy harán algo especial?
Z: Compartir en casa con la familia; hace poco fue el cumpleaños de mi hijo y tiré la casa por la ventana, ahora no sé qué le regalaré, seguro que le doy un play.
C: Nada en especial, pero creo que me quedaré misio por todos los regalos que repartiré (risas).
Sudamericano: una pasión.
-¿Clasificamos al Mundial Sub-20 de Egipto?
Z: Sí, este grupo esta para pelearle a cualquiera. Nosotros no le tememos a nadie. Este grupo va a pelear grandes cosas.
C: En el grupo hay países con bastante potencial, pero nosotros vamos a hacer las cosas bien por allá.
-¿Argentina asusta?
Z: No, no le tenemos miedo. Cuando le empatamos no arrugamos con Messi ni Agüero y menos con ellos, además ya le hemos ganado en un amistoso.
C: Son unos payasos, son puro floro, hablan nomás. En el verde se ven a los grandes, y este grupo no le teme a nadie.
Amigos y rivales
-¿Han jugado juntos antes?
Z: Sí, él (Cueto) vivía cerca de mi barrio Castilla y siempre nos juntábamos en las pichangas.
C: Él tenía suerte de jugar conmigo, sino le hubiera hecho varias huachitas.
-¿Y había apuestas?
Z: Sí, pero él y yo estábamos en el mismo equipo y apostábamos dos soles y nos matábamos para ganarlos.
C: Con él ninguna, solo nos preocupábamos en ganar las dos lucas (risas).
-Sus barrios son bastante movidos...
C: Sí, pero sabíamos escoger a las amistades y respetábamos a la gente. (M. G.)
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