¿Comer las pepas del tomate y la tuna traen problemas en el intestino? Qué dicen expertos

¡Atención! Si bien es cierto consumir frutas y verduras aportan los mayores nutrientes en el cuerpo humano, por lo general muchas de ellas tienen en su interior pepas que a veces generan una reacción amarga al consumirlo. Sin embargo muchas personas se cuestionan si estas semillas pueden ser un peligro para el sistema digestivo, afectando así a intestino.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada persona es única y puede reaccionar de manera diferente a ciertos alimentos. Algunas personas pueden consumir las frutas cuyas pepas no son un problema como las fresas, el kiwi, la pitahaya, la granadilla, entre otras, pero no sucede lo mismo con la sandía, la papaya o la uva que, en comúnmente las personas descartan sus semillas y solo consumen la pulpa.

A continuación te contaremos que es lo que dicen los expertos sobre las pepas de las frutas y verduras como el tomate o la tuna en relación a los problemas en el intestino, entre otros.

PUEDES VER: Cáncer de pulmón: ¿cuáles son los síntomas principales en mujeres?

Podrás ver en la nota:

• ¿Qué dicen los expertos sobre el consumo de pepas del tomate y la tuna?
• ¿Qué síntomas puede generar a las personas sensibles tras consumir semillas de las frutas?
• ¿Las semillas de la papaya eliminan los parásitos?

PUEDES VER: ¿Cómo reconocer una carne en mal estado? 5 trucos que te ayudará a verificarlo

¿Qué dicen los expertos sobre el consumo de pepas del tomate y la tuna?

Comer las pepas del tomate y la tuna no suele causar problemas en el intestino, de hecho, muchas personas consumen estas pepas sin experimentar ningún efecto negativo en su salud digestiva. Sin embargo, existe el mito sobre las semillas del tomate que causan daños al páncreas, la vesícula o el apéndice, pero eso no es cierto, ya que esas semillas contienen mucha fibra y evitan el estreñimiento, además, de combatir enfermedades hepáticas. 

Por otro lado, existe la creencia de que las semillas de la tuna pueden causar apendicitis o estancarse en los intestinos, lo cual es falso. La Licenciada Bettyna Benavente Grandez, nutricionista del hospital Guillermo Almenara de EsSalud en una entrevista con Andina, aseguró que estas semillas no producen ningún daño al organismo, y que se pueden ingerir sin ninguna preocupación porque finalmente son desechadas y evacuadas por el sistema digestivo. 

PUEDES VER: El lenguaje de colores: Conoce la importancia de las tonalidades de tu hogar

¿Qué síntomas puede generar a las personas sensibles tras consumir semillas de las frutas?

En personas sensibles a las semillas de las frutas o verduras, el consumo de estas pepas puede desencadenar algunos síntomas digestivos desagradables. Algunos de los posibles síntomas incluyen:

• Malestar estomacal: Algunas personas pueden experimentar malestar estomacal después de consumir semillas de frutas. Esto puede manifestarse como una sensación de pesadez, ardor o dolor en el abdomen.
• Hinchazón: La hinchazón abdominal es otro síntoma común que puede ocurrir después de comer semillas de frutas. Se caracteriza por una sensación de distensión o aumento del tamaño del abdomen debido a la acumulación de gases.
• Flatulencia: La presencia de semillas en el sistema digestivo puede aumentar la producción de gases, lo que puede llevar a la flatulencia o la liberación de gases a través del recto.
• Diarrea o estreñimiento: En algunos casos, el consumo de semillas de frutas puede desequilibrar el tránsito intestinal, lo que puede manifestarse como diarrea o estreñimiento. Esto puede depender de cómo reaccione el sistema digestivo de cada persona a las semillas.
• Sensación de plenitud excesiva: Las semillas de frutas, al ser digeridas de manera más lenta que otros componentes de la fruta, pueden generar una sensación de saciedad prolongada o de plenitud excesiva en el estómago.

¿Las semillas de la papaya eliminan los parásitos?

Existe la creencia popular de que las semillas de papaya tienen propiedades antiparasitarias y pueden ayudar a eliminar parásitos intestinales. Sin embargo, la evidencia científica sobre este tema es limitada y no concluyente, según indicó la especialista.