Trucos caseros para limpiar los hongos de las paredes del baño

Algunas manchas como las del moho son resistentes a los detergentes comunes. Es importante retirarlas no solo para que nuestro baño se vea limpio, sino porque pueden traer efectos negativos en nuestra salud. Hoy te traemos trucos caseros para quitar los hongos de las paredes del baño.

1.- Vinagre blanco, agua y bicarbonato de sodio

Una forma sencilla de acabar con los hongos sin productos químicos es mezclando estos ingredientes naturales. En una botella coloca 1/4 de agua tibia, 3/4 de vinagre blanco y 2 cucharadas de bicarbonato. Agita bien y deja actuar el producto por 1 hora antes de echar a las paredes. Con ayuda de un cepillo, frota estas zonas difíciles y luego enjuaga con agua. ¡No olvides secarlas bien para que no vuelva a aparecer la humedad!

2.- Alcohol etílico

Si los hongos en las paredes de tu baño se muestran resistentes, una forma fácil de quitarlos es con alcohol etílico de 80%. Para usarlo solo debes mojar un paño con este producto y frota las zonas sucias para evitar su crecimiento.

3.- Amoníaco y agua

Para las manchas de moho antiguas, el amoniaco es tu mejor aliado en la limpieza. Es perfecto para las esquinas y las uniones de los azulejos. Comienza por mezclar el amoníaco con agua y viértelo en la zona donde está el moho. Deja actuar por unos 15 minutos y retira con un paño limpio para eliminar la humedad.

4.- Agua oxigenada

Otra opción muy útil para retirar los hongos es el agua oxigenada con una concentración al 3%. Al igual que el resto de métodos aplica sobre las manchas y retira con un paño limpio y seco.

5.- Lejía y agua

La mezcla de lejía y agua es ideal para aquellas manchas complicadas y penetradas en el baño. Humedece un paño con esta mezcla y refriega sobre las manchas de moho. Deja actuar por 10 minutos y notarás cómo desaparecen los hongos sin mucho esfuerzo.

6.- Bicarbonato de sodio

Si tienes manchas pequeñas que recién han comenzado a aparecer, te recomendamos tallar esta zona con bicarbonato de sodio y enjuagarlas con agua. Esto servirá también como medida preventiva para que no sigan saliendo. También hay que verificar que las paredes no queden húmedas.