Guía para el sexo oral seguro y sensual: lo que debes saber para el placer mutuo

En las relaciones sexuales, el sexo oral implica usar la boca, los labios o la lengua para poder estimular los genitales de su pareja. Este acto se realiza para poder alcanzar mayor placer en la intimidad. En ese sentido, existen técnicas que pueden hacer ese momento mucho más satisfactorio.  

A continuación te damos a conocer la guía para el sexo oral seguro y sensual. Además, sabrás lo que debes saber para el placer mutuo y mejorar en tus relaciones sexuales.

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Puedes encontrar dentro de la nota:

• Consejos para practicar el sexo oral en la mujer
• Consejos para practicar el sexo oral en el hombre

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Consejos para practicar el sexo oral en la mujer

Se debe tener en cuenta que en el glande del clítoris existen aproximadamente 8.000 terminaciones nerviosas, lo que lo convierte en una zona muy sensible, de ese modo, este será el centro del placer, donde se debe dedicar más estimulación, siempre tomando en cuenta que una estimulación muy directa puede ser excesiva y provocar rechazo en lugar de placer.

Asimismo, las terminaciones nerviosas en la vagina están aproximadamente en el introito vaginal, esto quiere decir, en el primer tercio de su longitud, por lo que no es necesario introducir la lengua para dar placer. Lo mejor es centrarse en el clítoris.

Además, toda la zona de las ingles y la vulva es muy sensible, por lo que es recomendable tener la barba bien afeitada o lo suficientemente larga como para no provocar irritaciones o molestias por una barba que pincha y que no deja concentrarse en disfrutar.

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Consejos para practicar el sexo oral en el hombre

Cabe señalar que, la zona más sensible del pene es el glande, con la corona del glande y el frenillo, sobre todo el frenillo. Se debe enfocar la atención ahí, estimulando con la lengua.

Asimismo, los factores que se deben tener en cuenta para estimular al pene son: lubricación, temperatura y presión. La lubricación para la fricción o movimiento deslizante, se puede conseguir con lubricante o con saliva; la temperatura de la boca proporciona el calor adecuado; y la presión o intensidad de la fricción, puede conseguirse con los labios, aunque puede resultar agotador para la mandíbula y el cuello, por lo que puede ser mejor opción ayudarse con la mano para presionar y mover el pene.