Spanking: Conoce qué es y por qué nos gusta practicarlo en las relaciones sexuales

Uno pone el límite con las fantasías sexuales con el fin de tener mucho placer con tu parejo o con esa persona ocasional. En este caso, ¿Te gusta dar o recibir nalgadas? Si lo has practicado en la intimidad es porque seguramente te llama la atención y te resulta quizás hasta divertido

Pero tampoco abuses porque muchos hasta creen que es una señal de agresividad, por eso es importante siempre hacerlo forma consensuada para así sea un juego divertido y excitante.

 ¿Qué es el spanking?

Su nombre tiene un origen inglés y hace referencia a los “azotes” o nalgadas dentro de las relaciones sexuales. Básicamente, trata de golpear con la palma de tu mano o en todo cualquier otro elemento los glúteos de la pareja. Puede que la intimidad lo haya hecho, pero no te has dado a cuenta.

También el spanking implica un complejo juego de roles, del tipo dominante/sumiso. Esto se entiende cuando un miembro de tu pareja hace quien no respeta las leyes, mientras la otra persona hace el rol del “castigado”. Es un sometimiento donde ambos están totalmente de acuerdos y conscientes del papel que desempeñan con esta práctica.

¿Cómo se practica el spanking en las relaciones sexuales?

Es una práctica que probablemente lo has hecho y no te das dado cuenta porque resulta ser común en la intimidad en las parejas.  Esto implica pasar por unos juegos de roles con el fin de cumplir esa fantasía sexual. Por supuesto, si no les agrada, no significa limitar el sexo, al contrario, puedes optar por usar otras formas de dar placer como las diversas posturas sexuales con del perrito o misionero, en fin, la que se sientan más cómodo. Asimismo, para hacer esta práctica con mejor eficiencia debes contemplar lo siguiente:

• Puedes ponerte en el rol en un juego de dominador/dominado.
• Las nalgadas se pueden hacer ya se con la mano o elementos como correas, plástico sin que ello implique llegar a la violencia.  
• La excitación máxima se alcanza durante los azotes. Sin embargo, su nivel de intensidad debe adaptarse al gusto de la pareja.