Sexo: mejores caricias sexuales para alcanzar el placer con tu pareja en la cama
En un top de la clasificación de las zonas erógenas femeninas se encuentran el clítoris, la vagina, los labios, el cuello, y los pechos.
Únete al canal de Whatsapp de El Popular¿Por qué nos gusta tanto el tacto? La respuesta parece muy evidente: porque es placentero, agradable y erótico, y para ello se necesita sacar todo su potencial a las zonas erógenas.
Una investigación publicada en la revista Cortex demuestra que existe “un notable nivel de correlación” entre hombres y mujeres.
En un top 10 de la clasificación de las zonas erógenas femeninas, se encuentran el primer lugar el clítoris, seguido de la vagina, los labios, el cuello, los pechos, los pezones, la parte interna de los muslos, la nuca, las orejas y, finalmente, el ano.
Clítoris
Aprender a estimularlo es la clave real de una relación satisfactoria. Según el portal OMGYES, hay 12 categorías para estimularlo: bordear, insinuar, ser consistente, sorprender, multiplicar, acentuar, enmarcar, estadificar, rodear, orbitar y señalizar.
Vagina
La vagina es sensible en muchas áreas. El más conocido es el primer tercio de la pared anterior donde se ubica el punto G. Pero en el área del fórnix anterior, en la pared anterior de la vagina junto al cuello uterino, se encuentra la zona AFE.
Lo mejor de todo es que cuando se excita provoca una rápida lubricación vaginal, lo que conduce a orgasmos más intensos.
Según el doctor Chua Chee Ann, si se aplica la presión justa y se hace un movimiento de palanca suavemente durante al menos 10 minutos al día, las mujeres pueden conseguir orgasmos regulares e intensos.
Labios
Los labios son, de hecho, la zona erógena de nuestro cuerpo más expuesta y tienen 100 veces más sensibilidad que nuestros dedos. Por ello, no es una mala idea usar los labios para excitar cualquier otra zona erógena de nuestra pareja: así también estaremos excitándolos nosotros mismos.
Cuello
El cuello, el área de la clavícula y la nuca son muy sensibles, tanto en hombres como en mujeres, y se pueden estimular con besos y caricias.
Hay personas que se excitan muchísimo tras recibir los llamados “chupetones”. El cuello suele responder a la estimulación, ya sea en forma de besos y caricias o incluso al recibir un masaje.
Las mujeres experimentan mucho placer tanto al estimularlo como al recibir estimulación en esta parte. Suelen ser sensibles a caricias suaves con las manos, la boca y la lengua.
Vientre y ombligo
El ombligo es el centro de la energía del cuerpo. Al estimularla el cuerpo empieza a irradiar calor y lo transmite a todo el cuerpo. Acariciándola con las yemas de los dedos desde la cintura hacia el ombligo, suavemente, podemos excitar poco a poco a la otra persona.
Pezones
Según un estudio publicado en Science of Relationships la estimulación del pezón activa un área del cerebro conocida como la corteza sensorial genital.
“Esta es la misma región del cerebro que se activa mediante la estimulación del clítoris, la vagina y el cuello uterino. Lo que significa que los cerebros de las mujeres procesan la estimulación del pezón y la genital de la misma manera”, indicaron los investigadores.
Así que con suavidad y encontrando el punto exacto de placer al apretar, lamer, acariciar o morder los pezones femeninos se puede alcanzar el clímax.
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