Adiós reelección

 El Ñaño se frota las manos. “Por fin me hicieron caso”, me dice. Como no entendí a que se refería, me quedé callado. 

“Tranquilo, Luchito”, me dice. “Sucede que por fin el Congreso aprobó que no haya reelección en los gobiernos regionales. Más de una vez te dije que esa era una solución para acabar con esos imperios de la corrupción que se levantaban en las regiones protegidos por una supuesta autonomía”, explica.

La noticia tiene muchos aspectos positivos, sin duda. Uno de ellos, es que los partidos si pretenden seguir gobernando, tendrán que fortalecerse, mantener una vida partidaria muy activa y dependerán, eso sí, de las obras constantes y útiles que realicen las personas que hayan llevado al poder. 

En la actualidad, están presos los presidentes regionales de Ancash, Cajamarca y Pasco. Está prófugo el de Tumbes y unos cinco más vienen siendo investigados.

La mayoría de estos se habían preocupado por establecer tentáculos mafiosos a fin de mantenerse en el poder. Otros, pensaron primero en el negocio ilícito que le deje dividendos bajo la mesa. 

¿Podrá la medida de no-reelección erradicar la corrupción? Difícil, pero disminuirá los índices delincuenciales en las regiones. A eso apunta.

“Me hubiese gustado que aprobaran esa ley mucho antes de las elecciones del 5 de octubre. Así más de un presidente regional no habría sido reelegido y tendría ahora que afrontar las investigaciones en curso como simples ciudadanos de a pie”, sostuvo.

El Ñaño destaca que les hayan cambiado de nombre a las principales autoridades regionales. “Era lo mejor, porque desde el nombre ya se creían en el mismo nivel que el presidente de la República y hasta se oponían al trabajo del Ejecutivo. Ahora ya no serán presidentes regionales sino gobernadores regionales”. me cuenta. Sí pues, con ese cambio da la sensación de que no tienen la misma jerarquía. 

Los nuevos elegidos deben entender que ni las más encumbradas influencias los salvarán del peso de la ley si desvían su camino. 

Miren lo que están viviendo los congresistas Heriberto Benítez y Víctor Crisólogo, vinculados con César Álvarez, ex presidente regional de Ancash. Se les ha levantado la inmunidad parlamentaria y tendrán que responder ante la justicia. Y hasta al mismísimo fiscal de la Nación le han abierto dos procesos disciplinarios por el caso Centralita. 

El mensaje es claro: solo dedíquense a trabajar. Porque tarde o temprano, siempre se descubre la basura bajo la alfombra.