El pueblo de pan de jengibre más grande del mundo abre otra vez en Nueva York y es un imperdible navideño

Nueva York suma otro atractivo imperdible a su calendario navideño con el regreso de GingerBread Lane, la instalación de pan de jengibre considerada la más grande del mundo. La exposición vuelve a abrir sus puertas durante las fiestas de 2025 y se consolida como una de las experiencias gratuitas más visitadas de la temporada, especialmente por familias y turistas que recorren Manhattan en diciembre.

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Ubicada en el edificio Starrett-Lehigh, en el barrio de Chelsea, la muestra ocupa un amplio espacio interior donde se despliega una ciudad comestible en miniatura. Más de 700 estructuras elaboradas artesanalmente recrean escenas icónicas de la Gran Manzana y convierten el lugar en una parada obligada para quienes buscan sumergirse en el espíritu navideño.

Una ciudad de pan de jengibre inspirada en Nueva York

El recorrido por GingerBread Lane permite reconocer referencias urbanas clásicas: taxis amarillos, tramos de la Quinta Avenida, locales emblemáticos como Macy’s y hasta bocas de metro reproducidas con precisión. Cada pieza refleja horas de trabajo y una atención minuciosa al detalle, lo que explica por qué esta exposición se convirtió en un símbolo de la Navidad neoyorquina.

La edición 2025 pone el acento en la diversidad cultural que define a la ciudad. Entre las construcciones se incluyen guiños a distintas comunidades, como un restaurante halal en homenaje a la población musulmana y una tienda de bolas de matzá junto a un dreidel, elementos asociados a la tradición judía. Esta combinación refuerza el mensaje de inclusión que atraviesa toda la muestra.

El creador detrás del récord Guinness y una tradición que no se detiene

El artífice de esta obra es Jon Lovitch, chef y fundador de GingerBread Lane, quien mantiene desde 2013 el récord Guinness por haber creado el pueblo de pan de jengibre más grande del mundo. En declaraciones a 'EFE', Lovitch explicó su vínculo de décadas con este proyecto: "He estado haciendo pueblos de pan de jengibre durante 32 años y este es el décimo año que lo hago como mi trabajo a tiempo completo". Su motivación, según remarcó, es simple y constante: "hacer feliz a la gente".

La producción de cada edición es un proceso que se extiende durante todo el año. Lovitch guarda las casas y edificios en el sótano de su apartamento en Queens, donde funciona su taller personal. Sin embargo, el ritmo se intensifica en noviembre y diciembre, cuando las jornadas se alargan para llegar a tiempo con el montaje. Incluso antes de que termine la exhibición actual, el creador ya comienza a planificar la siguiente.

Aunque Nueva York es una de sus sedes más emblemáticas, GingerBread Lane también viaja por otras ciudades del país. En 2025, además de Manhattan, la exposición podrá visitarse en Boston, Chicago, Washington D. C. y Houston, reflejo de su creciente popularidad a nivel nacional.

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En la Gran Manzana, la muestra se encuentra en el vestíbulo del Starrett-Lehigh y puede visitarse sin costo. Si bien no está permitido tocar las piezas, el recorrido invita a disfrutar del ambiente festivo y del inconfundible aroma a jengibre y azúcar. Para muchos visitantes, la experiencia no solo es visual: es una celebración colectiva que captura la esencia multicultural de Nueva York en plena Navidad.