El SUELDO presidencial de Trump: lo que REALMENTE cobra y cómo usa cada centavo

A lo largo de los últimos años, una de las preguntas más recurrentes en torno al mandatario estadounidense ha sido cuánto dinero recibe un presidente y, más específicamente, cuál es el ingreso que percibe Donald Trump mientras ocupa la Casa Blanca. La confusión es habitual: montos exagerados, interpretaciones erróneas o afirmaciones que poco tienen que ver con lo que establece la ley federal. Por eso, vale revisar cómo funciona realmente el salario presidencial y las decisiones que ha tomado Trump respecto a esos fondos.

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Antes de entrar al detalle, conviene recordar que la remuneración del presidente no depende de la figura que ocupe el puesto. Ese monto es fijado por el Congreso de Estados Unidos, lo que permite mantener un estándar constante y evitar conflictos de interés. Así, Trump recibe exactamente lo mismo que cualquier otro mandatario desde que se actualizó la cifra vigente. Lo que genera más interés, sin embargo, es el uso que él ha decidido darle.

¿Cuánto gana oficialmente un presidente de Estados Unidos?

La ley establece de manera clara que el presidente percibe un salario anual de US$400,000, una cifra que se mantiene desde 2001 y que se abona mes a mes, sin variaciones entre mandatarios. Además del sueldo base, se suma una asignación complementaria de US$50,000 anuales destinada exclusivamente a cubrir gastos relacionados con funciones oficiales. Tal como detalla la normativa, "no es dinero libre, no es un bono personal: la ley lo contempla como apoyo operativo".

Junto al salario, el cargo incluye recursos propios de la función pública, aunque no forman parte del ingreso personal: la residencia en la Casa Blanca, el uso del Air Force One, transporte y seguridad, además de cobertura médica. Todos estos beneficios son operados con presupuesto federal y no se consideran pagos directos al mandatario.

¿Qué hace Donald Trump con su salario presidencial?

Durante su primer mandato, Trump anunció que no usaría su salario en beneficio propio. Aunque la ley lo obliga a recibirlo, no requiere que lo conserve, por lo que decidió donarlo de manera trimestral. Cada tres meses emitía un cheque cercano a US$100,000, equivalente a una cuarta parte del sueldo anual, dirigido a distintas agencias federales.

Las donaciones se repartieron entre entidades como el National Park Service, el Department of Veterans Affairs, el Department of Education, el Department of Homeland Security y diversas agencias de salud. Estos aportes se hicieron públicos mediante comunicados oficiales y, en la mayoría de los casos, se asociaron a proyectos o necesidades específicas dentro de cada organismo.

Según explicó en declaraciones difundidas entonces, lo hacía porque su situación financiera personal no lo llevaba a depender de dicho salario. Su intención, aseguró, era reforzar la idea de que su trabajo en la Casa Blanca no respondía a una motivación económica sino a lo que él definía como un servicio público. Esa postura se mantuvo de manera constante durante todo su primer período en el cargo.

Para 2025, la cifra oficial se mantiene sin cambios: US$400,000 más la asignación legal de US$50,000. Lo que aún no está totalmente confirmado es si repetirá de forma sistemática las donaciones trimestrales. Aunque existen declaraciones donde señala que su intención es continuar, todavía no se ha publicado un registro completo que avale cada trimestre.

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Al comparar ese salario con el patrimonio estimado de Trump —que asciende a varios miles de millones de dólares según informes internacionales—, queda claro que se trata de un monto pequeño para él. Esa diferencia también explica por qué le fue sencillo destinar su sueldo a donaciones y por qué ese gesto adquirió un carácter más simbólico que económico.