Estuvo detenida por el ICE en Los Ángeles y su gesto al ser liberada bajo fianza dejó a muchos sin palabras

En Los Ángeles, una mujer de origen guatemalteco recuperó su libertad tras permanecer más de cinco meses bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Su primer acto al salir del centro de detención del que había intentado rehacer su vida laboral, se volvió una historia que llamó la atención de la comunidad: decidió regresar al lugar donde fue arrestada para celebrar el Día de Acción de Gracias de una manera distinta.

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La mujer fue detenida el 19 de junio de 2025 frente al Home Depot de Sunset Blvd. en Hollywood. Las autoridades le otorgaron la libertad bajo fianza el jueves 27 de noviembre, coincidiendo con la celebración de Thanksgiving en Estados Unidos.

El gesto inesperado de la migrante en Thanksgiving

En lugar de alejarse del sitio donde fue arrestada, Emma Crispín de Paz regresó con una actitud diferente a la vivida meses atrás. "Hoy es un día para compartir", declaró a 'Univisión'.

Durante más de dos décadas, Crispín trabajó como vendedora ambulante de comida. Por eso decidió instalar una mesa con platillos caseros y ofrecerlos gratis a trabajadores, jornaleros y vecinos que pasaban por la zona donde había sido detenida cinco meses antes.

Su paso por el centro de detención fue, según recuerda, una experiencia marcada por la violencia. Relató que durante el operativo los agentes “la agarraron de la nuca y la tiraron al suelo”. "No te muevas", aseguró que fue lo primero que escuchó de los oficiales del ICE en aquel momento.

Ya en libertad, su emoción se mezcló con dolor al recordar a las otras mujeres detenidas junto a ella: "No están mis compañeras", expresó. Aunque agradeció haber salido del centro, admitió que todavía enfrenta secuelas. Según relató, vive con "un trauma" por lo sucedido. "No lo puedo superar", afirmó.

Las denuncias de su familia y el estado de salud de la migrante

Durante su detención, sus familiares advirtieron que Crispín padecía "una enfermedad severa" y que necesitaba atención médica urgente. Acudieron al consulado de Guatemala para solicitar intervención y denunciaron condiciones extremas durante los primeros días de su encierro: aseguraron que no recibía alimentación ni medicación.

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La mujer presentaba hepatitis B y diabetes, por lo que el cónsul general de Guatemala, José Arturo Rodríguez, pidió autorización para visitarla y exigió que recibiera atención médica.

Finalmente, el diplomático hizo un llamado a otros migrantes detenidos para proteger sus derechos. Recomendó que contacten a un abogado, guarden silencio y eviten portar documentos que no sean propios.