Máxima alerta: advierten de una nueva AMENAZA MUNDIAL que podría ser la principal causa de muerte

La resistencia bacteriana se está consolidando como una de las amenazas más graves para la salud global. Expertos alertan que, si no se actúa con urgencia, esta problemática podría convertirse en la principal causa de muerte hacia el año 2050, con un impacto estimado de hasta 10 millones de fallecimientos en todo el mundo.

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Francisco Saynes Marín, presidente de la Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, explicó que este fenómeno surge cuando los antibióticos dejan de ser efectivos frente a infecciones. El experto detalló que en los últimos tres años la inmunidad de las bacterias ha crecido un 10 %, mientras que las muertes vinculadas a esta resistencia aumentaron un 171 %.

La OMS en alerta por la resistencia a los antibióticos

Cada noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) organiza la Semana Mundial de la Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, buscando sensibilizar a la población y al personal médico sobre este riesgo. Según Saynes, muchas veces los antibióticos se prescriben sin necesidad o los pacientes interrumpen los tratamientos antes de tiempo, lo que permite que las bacterias se fortalezcan y transmitan su resistencia.

En México, el problema se agrava por los altos índices de automedicación. Numerosas personas adquieren antibióticos sin prescripción médica, lo que acelera la pérdida de eficacia de estos fármacos. A ello se suma la contaminación de fuentes de agua con desechos de la industria farmacéutica, que terminan en cultivos y ganado, llegando finalmente al consumo humano.

El rol de los médicos y gobiernos ante la crisis

El especialista subrayó la importancia de que los profesionales de la salud actúen con ética, evitando recetar antibióticos por presión de los pacientes o familiares. Explicó que muchas infecciones no requieren este tipo de medicamentos, por lo que su uso indiscriminado solo agrava la crisis.

Finalmente, insistió en que los gobiernos deben implementar planes de acción para depurar las aguas destinadas al riego, vigilar el uso de antibióticos en la industria agroalimentaria y reforzar campañas de educación sanitaria. La prevención y la concientización social serán clave para contener una amenaza que, de no atenderse, podría convertirse en la mayor causa de mortalidad del futuro cercano.