Todos la ignoraron: así fue el día más triste en la vida de esta perrita en adopción

Mama Eve, una perra pitbull rescatada por la organización Mercy Full Project en Tampa Bay, Florida, ha vuelto a protagonizar una escena desgarradora: regresó sin ser adoptada de un evento lleno de familias. A pesar de haber cuidado con dedicación a sus diez cachorros, que ya fueron adoptados, ella continúa sin encontrar un hogar definitivo. La organización compartió en TikTok (@mercyfullproject) un video en el que se la ve ignorada por completo, mientras otros perros reciben cariño y atención.

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La madre ejemplar que sigue esperando un hogar

"Mama Eve acaba de regresar de otro evento de adopción sin que una sola persona quisiera acariciarla", publicó el refugio en redes sociales, acompañando el mensaje con imágenes que captaron el corazón de miles de usuarios. La escena no solo evidencia el abandono, sino también la indiferencia hacia una madre que lo dio todo.

Una historia de superación y ternura ignorada

Según explicó Isabelle Hucko, vocera del refugio, a Newsweek, Mama Eve fue rescatada en avanzado estado de gestación tras sobrevivir en la calle. Fue llevada a un hogar temporal donde dio a luz a diez cachorros, a quienes cuidó con entrega y dulzura. "Ella vino a nosotros súper embarazada y vivía en la calle antes", detalló Hucko. Tras semanas de cuidados, todos sus hijos fueron adoptados, dejando a Mama Eve sola, y visiblemente afectada por la separación.

Aunque el personal del refugio destaca su carácter afectuoso, su entusiasmo se ha ido apagando con el paso del tiempo y la falta de interés por parte de adoptantes. La situación de Mama Eve refleja una dura realidad que viven muchos perros que, a pesar de su bondad, enfrentan el rechazo una y otra vez.

El estigma que pesa sobre algunas razas

Uno de los principales obstáculos en su camino hacia una adopción definitiva es el prejuicio contra su raza. Hucko subrayó que "nadie quiere adoptar pitbulls debido al mal estereotipo que tienen, aunque es la perrita más dulce". Esta percepción errónea, sumada a las dinámicas de los eventos de adopción —donde, según estudios, las personas interactúan con solo un perro por visita y por unos minutos—, hace más difícil que animales como Mama Eve tengan una oportunidad justa.

Un estudio de Applied Animal Behavior Science (2014) confirma este problema: la combinación de encuentros breves con los prejuicios raciales condiciona profundamente las decisiones de adopción. Aunque Mama Eve vive actualmente con una cuidadora temporal, su caso revela las barreras estructurales que afectan a los refugios al tratar de reubicar a perros estigmatizados.

Un llamado urgente a la compasión

El último evento de adopción fue dolorosamente ilustrativo: mientras otros perros eran acariciados y rodeados por posibles adoptantes, Mama Eve permanecía sentada, ignorada. El video generó una ola de reacciones en redes sociales. "No entiendo por qué no la han adoptado. Es tan hermosa. Por favor, denle un hogar lleno de amor", comentó un usuario. Otro agregó: "Esto es tan triste. Rezo para que encuentre un hogar maravilloso pronto".

Aunque la viralización puede ser una herramienta poderosa, el refugio reconoce que no siempre se traduce en adopciones. La decisión de integrar a un animal a una familia está influida por factores emocionales, culturales y logísticos que a menudo escapan al control del animal o del refugio.

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Mama Eve merece una segunda oportunidad

Desde enero, Mama Eve permanece bajo el cuidado temporal de Mercy Full Project. El equipo que la acompaña ha aprendido a conocerla: es sociable, le gusta compartir con otros perros y necesita un espacio seguro. "Nos encantaría que fuera a un hogar con otros perros, con un patio cercado y una cerca de más de 1,80 metros de altura", indicó Hucko. Añadió que busca un lugar “activo y listo para darle todo el amor del mundo”.

Hasta que llegue esa persona especial, la historia de Mama Eve seguirá siendo compartida por el equipo de voluntarios, con la esperanza de que el corazón de alguien se abra para darle el hogar que tanto merece. Porque ella no solo es una perra sin familia: es una madre con una historia de lucha, ternura y abandono.